Restringido
«Zobra» el griego
Alexis Tsipras se tuvo que volver a Atenas con las manos vacías tras su gira europea y su encuentro con los que mandan en Bruselas. Tan vacías como las arcas de un país que, a pesar de los miles de millones inyectados desde la eurozona, España incluida, ha sido incapaz de afrontar las reformas necesarias para intentar salir del pozo de la crisis. El conservador Samaras amagó, pero no terminó de dar, y los ciudadanos han puesto su futuro, más que incierto, en manos de un encantador de serpientes, uno más de los muchos que está proliferando por todo el continente prometiendo lo que no pueden cumplir ni hartos de vino. No es tolerable que mientras el resto de países del sur de Europa, con España a la cabeza, han realizado en estos años esfuerzos enormes y han pedido a sus ciudadanos sacrificios durísimos, Grecia pretenda marcharse de rositas sin cumplir los compromisos adquiridos al recibir un rescate que, como el agua, se les ha escapado de las manos a sus dirigentes. Grecia representa apenas el 2,5% del Producto Interior Bruto de la Unión y antes de que sus incumplimientos nos arrastren a todos otra vez al agujero negro habrá que planterarse muy en serio si no es peor el remedio de mantenerle dentro del euro, o la enfermedad de invitarles a salir de él. Los españoles nos hemos partido el lomo, primero, para evitar un rescate y después, para darle la vuelta a una situación de caída libre y estar creciendo ahora por encima de las previsones más optimistas. La incipiente recuperación económica y la lenta pero de momento firme recuperación del empleo en nuestro país no puede depender de que los helenos encuentren su camino siguiendo el hilo de Ariadna. O esto cambia mucho en las próximas semanas o habrá que llegar a la conclusión de que «zobra» el griego.
✕
Accede a tu cuenta para comentar