Puntazo
A la deriva por la flotilla
El sanchismo hace agua a costa de la imagen mundial de España
La broma de la flotilla con destino a Gaza se ha tornado ya pesada y está a unas horas de convertirse en peligrosa. Quien juega con fuego se puede quemar. La temeridad de los embarcados ha provocado que hasta el presidente haya pedido que no violen la zona de exclusión de Israel y haya avisado de que no se podrá prestar ayuda si se persiste en amenazar la soberanía y la legalidad. Harían bien en recapacitar, dar media vuelta y aceptar los planes alternativos que se les brindó para llevar la ayuda a la Franja. Que se enrocaran en un crucero a ninguna parte que perseguía victimizarse, ruido y propaganda los dejó en evidencia. Con lo que no contaban, o sí, es que la cortina de humo del drama palestino se disiparía en la agenda sanchista ni que se agudizarían los encontronazos con Yolanda Díaz y los suyos, dispuestos a que la escolta de la Armada llegue hasta el final a cualquier precio. El sanchismo hace agua a costa de la imagen mundial de España.