Caso Auditorio
«Insoportable» pacto del PSOE
Un nuevo episodio registrado ayer, con ingredientes de vodevil, viene a sumarse a la ya nutrida relación de divisiones internas en el PSOE desde que Rubalcaba dirige el partido. La moción de censura presentada y ganada por los socialistas del Ayuntamiento de Ponferrada que ha desalojado al PP de la alcaldía gracias al apoyo del antiguo regidor Ismael Álvarez, condenado por acoso sexual en el tristemente célebre «caso Nevenka», ha desatado toda suerte de críticas contra Ferraz, en especial contra el número tres, Óscar López, responsable del PSOE castellanoleonés y principal valedor de este pacto antinatura. Contra él se han alzado varias agrupaciones locales del partido, en especial la de León, y también de UGT, pero ha tenido especial repercusión la crítica lanzada por Carme Chacón, que ha calificado de «insoportable» el pacto de sus compañeros bercianos con «un acosador sexual» que fue condenado por la Justicia. Además, que la moción se haya ejecutado el Día de la Mujer añade una dosis de escarnio para el movimento feminista de izquierdas, como ayer se subrayó desde la Federación Madrileña que dirige Tomás Gómez. Tales proporciones adquirió el escándalo que a Rubalcaba no le quedó más remedio que emitir un comunicado, horas después de aprobada la moción, exigiendo al PSOE ponferradino «rectificar la decisión» en tanto que el polémico Ismael Álvarez no abandone el consistorio. La reacción de Rubalcaba no parece ni sincera, ni adecuada, ni honesta. En primer lugar, porque dispuso de 11 días, desde que se anunció la moción, para revocar una tropelía denunciada, entre otros medios, por LA RAZÓN y no movió un dedo. Y en segundo lugar, porque es ilusorio creer que la retirada a un segundo plano de Álvarez supone su desvinculación real de la política municipal. Es de dominio público que su formación, Independientes Agrupados de Ponferrada, es un invento del propio Álvarez y no en vano las siglas coinciden con su nombre y apellido. IAP es consecuencia de un desencuentro personal y político en las filas del PP, y sus principales dirigentes son amigos personales o socios comerciales de Álvarez. Por tanto, no hay que ser muy perspicaz para adivinar quién moverá en la sombra los hilos del nuevo equipo de gobierno municipal. En consecuencia, si Rubalcaba quiere realmente rectificar un grave error de sus compañeros de Ponferrada, lo que debe hacer es restituir la situación anterior sin condiciones ni componendas. El líder socialista, que se enfrenta a una grave crisis de credibilidad dentro y fuera del PSOE, no puede chalanear con algo tan lamentable que muestra el rostro más censurable de la política y revela la falta de escrúpulos de un partido que no duda en traicionar sus principios con tal de conseguir una parcelita de poder.
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