Guerras y conflictos

Siria: investigación a fondo y castigo ejemplar

La Razón
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Aunque todas las sospechas apuntan al Gobierno de Damasco como el responsable de un ataque con armas químicas en la región de Idlib, es preciso que Naciones Unidas lleve a cabo una investigación rigurosa y a fondo de este crimen de guerra para desmontar las excusas de Al Asad y actuar en consecuencia. Si el régimen sirio ha hecho uso de este tipo de armamentos, tras haberse comprometido hace dos años a destruir sus arsenales y a inutilizar las instalaciones industriales relacionadas, no cabe otra respuesta a la comunidad internacional que la intervención militar directa para asegurarse de que Damasco cumplirá lo acordado. Pero se trata de un paso de graves consecuencias, dado el padrinazgo ruso sobre Al Asad, que debe darse respaldado por pruebas sólidas. No debe repetirse un fiasco como el ocurrido con las supuestas armas de destrucción masiva del dictador iraquí Sadam Husein. Por otra parte, en el más que hipotético caso de que Damasco tuviera razón en sus alegaciones y el Estado Islámico estuviera produciendo armas químicas, es imperativo aclararlo porque su uso en la sitiada ciudad iraquí de Mosul, donde operan soldados estadounidenses y, también, españoles en apoyo de las fuerzas de Bagdad, supondría un escenario nuevo en la guerra contra el terrorismo islamista. Nada más importante en este caso que deslindar la propaganda de la verdadera naturaleza de los hechos.