Taxis, Uber, Cabify... se trata de cumplir la ley

Miles de taxistas se echaron ayer a las calles de Madrid y de otras grandes ciudades contra lo que entienden como competencia desleal de las nuevas plataformas de transporte con conductor como Uber y Cabify. El contencioso afecta a más de 100.000 trabajadores autónomos y asalariados del sector del taxi, que entienden que la situación actual, que definen como la ley de la jungla, por ejemplo, en la capital de España, les empuja a un futuro insostenible. Existe un marco de actividad que fue consensuado con las asociaciones de taxistas y de arrendadores de vehículos con conductor integradas en el Comité Nacional del Transporte por Carretera, aprobado en 2015. El objetivo, entonces y ahora, es garantizar una convivencia ordenada, que pasa por una regulación que contempla un ratio de una licencia de VTC (vehículo de alquiler con conductor ) por cada 30 taxis, además del cumplimiento de la normativa de ambos colectivos, que pasan para Uber y Cabify por que exista una contratación previa de sus servicios y no haya captación de clientes. La tensión surge cuando las normas se transgreden, la cohabitación estalla y el marco regulatorio se convierte en agua de borrajas. Entonces, es el momento no de nuevas disposiciones, sino de reclamar a las administraciones, especialmente a las locales y autonómicas, que recuperen el control y se restablezca el equilibrio para que los derechos de todos, especialmente los de los usuarios, sean preservados. Para ello, sin duda, habrá que hacer los esfuerzos que no se han hecho hasta ahora en las inspecciones en el sector.