El trípode
España ó Sánchez: elecciones el 14 de enero
Con la humillante aquiescencia de «su» PSOE y sus 121 diputados en cabeza, España sale a subasta pública con Puigdemont, Otegi, Junqueras y Ortúzar c
La situación creada por la visita de la besucona vicepresidenta en funciones Yolanda Díaz, desplazándose a Bruselas para negociar –no su investidura, sino la de Sánchez, quede eso claro– con el prófugo de Waterloo y hacerlo además con publicidad y alevosía como él exigía, supera todo lo imaginable y admisible en un país civilizado, dotado de un mínimo respeto a sí mismo, a su autoestima, a su dignidad nacional, y a su orden constitucional. Y todo ello sin perjuicio de la calificación jurídica que proceda de ese acto, pues Puigdemont es un huido de la Justicia con una euroorden emitida por el Juez del Tribunal Supremo encargado de la instrucción de su conducta delictiva derivada de ejecutar un golpe de Estado desde la Generalitat para separar Cataluña del resto de España. Sánchez, con la colaboración especial de su vicepresidenta Yolanda ha convertido a un golpista prófugo de la Justicia española, en un interlocutor prioritario para poder formar gobierno, y sin respeto alguno al Poder Judicial del Estado. La amnistía literalmente significa convertir en papel mojado la Constitución, al considerar inexistentes los delitos por los que ya fueron juzgados y condenados los políticos secesionistas que no huyeron en el maletero de un coche tras el golpe y que le serían de aplicación a Puigdemont en cuanto regresara a España. Con la sedición borrada del Código Penal y una amnistía –a la que el TC de Pumpido blanquearía con su toga arrastrada por el suelo– expresando pública y reiteradamente que el derecho de autodeterminación es «innegociable» para lo que también exige un referéndum, este escenario parecería propia de un guion de política ficción. Lo inconcebible y dramático es que no se trata de la novela distópica «_2023_» sino que es real y auténtico.
Con la humillante aquiescencia de «su» PSOE y sus 121 diputados en cabeza, España sale a subasta pública con Puigdemont, Otegi, Junqueras y Ortúzar como únicos admitidos a la puja con 45 millones de españoles no separatistas, silentes convidados de piedra en la sala. Felipe González ya ha salido a la palestra diciendo que amnistía y autodeterminación son anticonstitucionales, pero eso era antes de Pumpido. El «progresista» gobierno del sanchismo, tendrá que esperar, con unas nuevas elecciones como mal menor, que se dibujan en el horizonte del 14 de enero próximo. Patético tener que elegir entre Sánchez y España, pero es lo que hay. El afán de protagonismo de Yolanda le ha puesto la puntilla a Sánchez que por algo quería una negociación «secreta» mientras el de Waterloo la quería pública. Sin duda para no arriesgarse a un posterior «cambio de opinión» sanchista.
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