
Sin Perdón
La extrema debilidad del frente sanchista
«Nogueras llevaba razón cuando dijo que el PSOE tiene que abandonar el trilerismo político»
Es cierto que Sánchez contempla sus fracasos políticos desde la felicidad de su torre de marfil. En este caso no me refiero a su concepto originario de noble pureza que encontramos en el Cantar de los Cantares y que serviría de inspiración a filósofos y escritores, sino al más moderno de un aislamiento privilegiado que conduce a estar al margen de la realidad. No estamos ante la idea noble y pura de la política entendida como la búsqueda del bien común y el servicio público. Mientras su Gobierno sufría una contundente derrota en el Congreso, se dedicaba en Davos a pontificar sobre las redes sociales y atacar a sus propietarios, así como a criticar a Trump. Al igual que les sucedió a otros presidentes, es más feliz en la política internacional que en la nacional. No tiene que sufrir la vida parlamentaria. Junts decidió votar en contra de los tres decretos leyes. Con ello se constató que no existe la famosa mayoría de investidura y que la legislatura entra en una etapa agónica, por la incapacidad de alcanzar acuerdos con Puigdemont. Hay un problema de confianza y las reuniones en Suiza, con verificador internacional incluido, no han servido para resolver el problema.
Un escenario parecido en los países de nuestro entorno comportaría la convocatoria de elecciones. Hay que partir de la base de que Sánchez está dispuesto a aguantar. No importa el precio a pagar. Es un error darle por acabado, aunque el desgaste hasta 2027 será impresionante salvo que consiga convencer a Puigdemont. Una parte del fracaso de este miércoles responde a las chapuzas legislativas del Gobierno y sus aliados. El presentar un decreto ley ómnibus era un disparate, así como un procedimiento legislativo deleznable. Es una vergüenza que se siga utilizando esta fórmula. Hay que reconocer que Miriam Nogueras tenía razón cuando dijo que el PSOE tiene que abandonar el trilerismo y no puede esperar que le voten a cambio de nada. Tras la debacle parlamentaria, los sanchistas y sus aliados se dedicaron a culpar al PP. Es increíble. No se sentaron a negociar nada y pretendían que apoyara el real decreto ómnibus. En cambio, evitaron criticar a Junts. No se puede responsabilizar a Feijóo de una derrota que es consecuencia de la impericia de unos incompetentes.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).
✕
Accede a tu cuenta para comentar