Y volvieron cantando

Ganar el relato del día a día

Moncloa ha inventado una nueva figura, la del intérprete a conveniencia de informes de la UCO, todo a mayor gloria del relato del día

El mismísimo presidente del Gobierno Pedro Sánchez no dudaba hace meses en preguntar a los periodistas (el era el interpelante) si alguien iba a pedir disculpas al fiscal general del Estado tras las muchas informaciones lesivas contra el honor de García Ortiz una vez conocido el informe de la UCO en el que la interpretación oficial de Moncloa colegía la ausencia de pruebas dado que no existían mensajes de móvil presuntamente inculpatorios y a pesar de demostrarse después que dichos mensajes habían sido borrados por el propio jefe de los fiscales. García Ortiz hoy se encuentra sentado en el banquillo, hecho inédito en cualquier democracia occidental que se precie teniendo en cuenta que no ha dimitido, pero se da sin embargo la circunstancia (y esto la maquinaria de propaganda monclovita lo tiene claro) de que en aquel momento Sánchez estaba ganando la batalla del relato puntual ya saben, el del «día a día» por mucho que se supiera que su fiscal general era carne de banquillo.

La obstinación del Gobierno por ese tacticismo diario se nos está brindando también esta semana conocido –por fin– el informe de la UCO que en términos reales viene a desmontar los «no me consta» del ministro Ángel Víctor Torres en la trama Koldo. Dado que las expectativas creadas desde hace semanas no se corresponden en su totalidad con el informe, lo que toca es ponerse muy dignos desde los atriles del Gobierno y sacar en tromba a la legión de ministros pidiendo –como Sánchez con García Ortiz– que alguien se acabe disculpando. Más allá el propio ministro anunciaba que demandará a Aldama «porque no se habla de pisos o mujeres explotadas» en el informe entregado al juez. Desconozco si el papel de Torres tendrá a futuro algún recorrido procesal, pero sí constato la exagerada escenificación del ejecutivo y sus terminales siguiendo los pasos del dictado gubernamental, primero reinterpretar los hechos para poder negarlos, segundo ponerse muy estupendos acusando a las «fábricas del fango» y anunciando querellas en defensa del honor que nunca se acaban por concretar y tercero mantener firme el argumentario del ataque sistemático al progresismo sabedores de que una parte de la parroquia compra ese pescado. Moncloa ha inventado una nueva figura, la del intérprete a conveniencia de informes de la UCO, todo a mayor gloria del relato del día.