El trípode
Hoy, 13 de Julio. Con Rusia en guerra: Fátima
El 13 de mayo, la Madre de Dios comenzaba unas visitas del Cielo a Fátima, una insignificante aldea perdida al nordeste de Lisboa.
Hoy 13 de julio, es una muy señalada fecha en los designios –inescrutables– de la Providencia. En 1917, el mundo vivía una encrucijada histórica de singular dramatismo y peligrosidad, con la «Guerra del ‘14», que iba por su tercer año, ya transformada en la Primera Guerra Mundial al incorporarse a ella los Estados Unidos en el mes de febrero; ser derrocada a continuación en marzo la multisecular dinastía Romanov desapareciendo el Imperio Zarista, culminando en octubre con la revolución bolchevique. En ese contexto, el 13 de mayo, la Madre de Dios comenzaba unas visitas del Cielo a Fátima, una insignificante aldea perdida al nordeste de Lisboa. Comenzaban allí unos sucesos que culminaron en Portugal el 13 de octubre de ese año con una prórroga última en España en las vecinas localidades gallegas de Pontevedra y Tuy en 1925 y 1929 respectivamente. Su venida estará motivada muy especialmente por esos dramáticos sucesos.
Destaca el día de hoy, 13 de julio de 1917, por darles un trascendental mensaje a los tres pastorinhos; los hermanos Jacinta y Francisco de 7 y 9 años, fallecidos poco después y ya canonizados, y su prima Lucia de 10 que les sobrevivirá para ser el instrumento testigo y difusor del mismo. Fue un único mensaje dividido en tres partes y que está en la Historia como si hubieran sido tres «secretos», por no haberles autorizado la Mensajera a difundirlo inicialmente. Entre otras cosas les anunció el peligro que corría la humanidad si no se convertía, y les comunicó que «la guerra que se estaba desarrollando acabaría pronto», como así fue: el año siguiente 1918, capituló Alemania. Pero les añadió que si no había conversión «vendría otra guerra mayor», la que sería la Segunda Guerra Mundial. Acompañó ese anuncio de una promesa, la «consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, por el Papa en comunión con todos los obispos del mundo». No hubo esa consagración y en 1939 comenzaba «esa guerra mayor», y hubo que esperar a 1981 cuando el papa san Juan Pablo II sufrió un gravísimo atentado el 13 de mayo, «providencial coincidencia» con Fátima, que le movió a efectuar una solemne Consagración en la Plaza de san Pedro del Vaticano , ante la imagen de la Virgen traída desde la Cova da Iria, el 25 de marzo de 1984. La insólita desaparición pacífica del Muro de Berlín y de la URSS fue la respuesta del Cielo. La promesa de «la conversión de Rusia y de un tiempo de paz» esperan la conversión de los hombres. Y no más tanques, aviones y soldados. Ni en Rusia ni en Ucrania.
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