El trípode

Hoy, unas Vísperas extraordinarias

Hoy es una fecha muy singular en el País Vasco tanto en Guipúzcoa como en Vizcaya y Álava, aunque tenga diverso arraigo según las comarcas, pero en general en toda Euskal Herria es muy celebrada: es la víspera de santa Águeda.

Hoy es una fecha muy singular en el País Vasco tanto en Guipúzcoa como en Vizcaya y Álava, aunque tenga diverso arraigo según las comarcas, pero en general en toda Euskal Herria es muy celebrada: es la víspera de santa Águeda. En euskera y según uno de sus dialectos «Santa Ageda bezpera degu…». La fiesta de santa Águeda es mañana día 5 en el calendario litúrgico y goza de una gran popularidad con múltiples ermitas a ella dedicadas, siendo por tanto hoy su víspera. Pero vale la pena difundir que en la tradición y el folclore vascos tiene una expresión muy hermosa al anochecer de hoy por las calles de sus localidades e incluso por montes y valles. Por ellas salen los coros y cuadrillas cantando en su honor y golpeando rítmicamente en el suelo con sus varas y bastones «makilas», (los palos de la santa).

Águeda es la primera mujer virgen y mártir del santoral, donde aparece reconocida como santa Águeda de Catania, patrona de toda Sicilia y una de las santas más veneradas por la Iglesia. A ella se le pide protección contra el fuego, y las mujeres la piden contra las enfermedades del pecho en especial, evocando su martirio del siglo III, víctima de las persecuciones del emperador Decio. Un año después de su martirio en 252, el volcán Etna comenzó a erupcionar y los pobladores de Catania la invocaron y la lava se detuvo a las puertas de la ciudad. Es considerada como la patrona de las enfermeras y especial intercesora de las mujeres en general, además de prevenir del fuego y otros accidentes naturales como los rayos y obviamente de los volcanes. Regresando aquí, la intensidad como se vive esta fiesta y su víspera de hoy, es de una belleza que cautiva al visitante, al sentirse tan profundamente arraigada en la tradición y la Historia. El paganismo dedicaba un culto especial a la «madre» naturaleza en esta época del año y el cristianismo como a tantas otras fiestas y tradiciones paganas la transformó haciéndola suya. Águeda de Catania, como intercesora singular ante los «castigos» de la naturaleza, pasó a ser una especial protectora para los humanos. El País Vasco mantiene aquellas antiguas tradiciones y ritos hoy ya plenamente cristianos con santa Águeda. El golpeo del suelo hoy con la «makila» por los coros y cuadrillas es una reminiscencia de aquella imprecación a la naturaleza para garantizar las cosechas y evitar sus castigos. Vivir este día de hoy en Tolosa u otros muchos lugares de allí es quedar prendado de una experiencia que es un deber compartir.