Eleuteria
El nuevo sablazo del Gobierno a los autónomos
En 2022 se aprobó el primer trienio de incrementos (2023-2025); ahora llega el segundo (2026-2028); y ya se prepara el tercero (2029-2031)
El Gobierno socialista de Pedro Sánchez vuelve a cebarse contra los trabajadores autónomos. A partir de 2026, sus cuotas a la Seguridad Social se dispararán de manera generalizada. Los autónomos con ingresos netos inferiores a 670 euros mensuales deberán pagar 217 euros al mes, cifra que subirá a 235 en 2027 y a 252 en 2028. Es decir, un trabajador que apenas ingrese 650 euros tendrá que entregar casi el 40% de su renta al Estado. Así «ayuda» el Gobierno a quienes tratan de abrirse paso por su cuenta: pisándolos hasta hundirlos.
Tampoco se salvan los que se sitúan en torno a la media. Un autónomo con ingresos netos mensuales de 1.900 euros pagará 403 euros en 2026, 435 euros en 2027 y 468 euros en 2028: entre el 20% y el 25% de lo que gana. Y para los mejor situados –los que superan los 6.000 euros mensuales– la cuota superará los 1.200 euros a partir de 2028. Más de mil euros mensuales sólo para tener derecho a trabajar.
Hasta 2022, los trabajadores autónomos podían elegir libremente su base de cotización y, por tanto, el nivel de protección futura al que aspiraban. Quien cotizaba poco sabía que tendría una pensión modesta. Quien cotizaba más, aspiraba a una mayor. Era un sistema flexible y transparente. Pero el Gobierno lo ha liquidado. Ahora impone centralizadamente las bases mínimas y determina cuánto debe pagar cada cual. La libertad ha sido sustituida por la imposición.
El Ejecutivo presenta este nuevo «ajuste» como una mera actualización de las cuotas, pero el truco es el mismo de siempre: cocinar a la rana a fuego lento. Subidas progresivas, año tras año, para que nadie perciba el golpe total. En 2022 se aprobó el primer trienio de incrementos (2023-2025); ahora llega el segundo (2026-2028); y ya se prepara el tercero (2029-2031). La dirección es clara: pagar cada vez más por lo mismo.
¿Y todo para qué? Para sostener un sistema de pensiones que, según el propio Gobierno, «no tiene ningún problema de sostenibilidad». Si no lo tiene, ¿por qué exprimir así a los autónomos? La respuesta es obvia: porque a corto plazo necesitan caja. Sostienen las pensiones actuales empobreciendo a los trabajadores presentes. Pan para hoy, déficit previsional para mañana. Pero eso no importa a quienes sólo piensan en sobrevivir políticamente un año más, aunque sea arruinando a quienes crean riqueza y empleo en este país.