
El trípode
Ni paraíso ni infierno terrenal
Los grupos encargados de la creación de una “opinión progresista sincronizada” tienen que cambiar de registro respecto a Trump
Un mundo violento y en guerra es la percepción dominante en amplias capas de la sociedad a la vista de la información, tanto nacional como internacional, que tiene el foco colocado en una violencia desatada por doquier. Erradicar una ola de delincuencia desencadenada en importantes ciudades de EEUU -con Chicago como último escenario- ha provocado nada menos que el despliegue de la Guardia Nacional por parte de Trump. Es una muestra palpable de la actual situación mundial con trágicas guerras en el primer plano de la actualidad diaria y violencia creciente incluso en el medio urbano. Estos días vemos que manifestaciones en favor de la paz en Gaza -y contra el “genocidio”- acaben con los pacifistas destrozando comercios y bienes públicos que obligan a intervenir a las unidades policiales, con heridos y detenciones. Un ícono de este escenario global lo tenemos también en la composición de la flotilla denominada como “humanitaria” y que no consta transportaran nada de ese tipo de ayuda. Lo cierto es que el coste de ese crucero marítimo dedicado a la propaganda en favor de Hamás hubiera sido más eficaz y útil si se hubiese dedicado a esa finalidad realmente. Aunque su auténtico objetivo era el obtener publicidad gratuita para ellos, lo que han conseguido sobradamente dada su presencia en todos los informativos. Ello, pese a resultar poco compatible una publicidad de este tipo con la acusación de genocida a Israel, ya que los genocidas persiguen la eliminación de una etnia y no detienen a sus aliados para deportarlos sanos y salvos a sus países de origen. Ahora, los grupos encargados de la creación de una “opinión progresista sincronizada” tienen que cambiar de registro respecto a Trump, hasta el momento considerado por ellos como la personificación de los cainitas valores de la “multinacional ultraderechista” que él lidera. La rendija de esperanza por el final de la guerra que se abre en Gaza es debida a él y no precisamente a sus admirados “progresistas”, lo que, por cierto, suele ser lo habitual en la historia. Así, por ejemplo, la guerra en Ucrania y Gaza comenzó con los “progresistas” Obama y Biden, como ha sucedido en la mayoría de guerras en las que ha intervenido EE UU, y que suelen acabar con republicanos en La Casa Blanca, que es la situación en la que nos encontramos actualmente. La violencia “machista” es otra disciplina de la misma, que copa la información y que crece de manera constante como es sabido, lo que requiere de una intensa reflexión. Sabemos que no vivimos todavía en el “paraíso terrenal”, pero algunos desean que se asemeje cada día más a un “infierno terrenal”.
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