El trípode

El «polo europeo» del NOM «multipolar»

Los opinadores obviamente son libres de calificar estas ideas como «conspiranoicas», que es la consigna del «equipo nacional e internacional de opinión sincronizada» para silenciarlas

El regreso de Trump a La Casa Blanca no hay duda que no ha sido del agrado de esas élites que ejercen el poder ocultas en las tinieblas, a las que nadie ha votado, y que dan un ejemplo del tipo de democracia que desean en ese nuevo orden mundial «multipolar» que promueven, pero con todos esos «polos» en sus manos. Ante todo y sobre todo, son un referente de «transparencia» en la gestión pública, cualidad que exigen a sus súbditos y ya vemos como aplican para sí mismas lo que predican para los demás. Son auténticos émulos de aquellos fariseos sanedritas, «sepulcros blanqueados» limpios por fuera y de plena ceniza en su interior. Son quienes han impuesto los dogmas laicos de la «corrección política» inhabilitando a todo el que ose no someterse a sus inapelables designios, y que ahora exigen considerar a Trump como la personificación del mal junto a Putin. Para contrarrestarlo, Sánchez se va de gira asiática a estrechar lazos con el liberal Xi Jinping, acreditado «demócrata progresista» a su gusto, en un eje político intercontinental que se extiende desde la Venezuela de Maduro a la China comunista, pasando por la España sanchista. En Bruselas tienen un evidente mando en plaza con Ursula a la cabeza de la gran coalición «liberal progresista» establecida para asegurar el «cordón sanitario» que evite que la ultraderecha contamine su territorio. Si un rumano no políticamente correcto gana la primera vuelta de unas elecciones presidenciales, se le inhabilita para la segunda, o directamente para la primera como a Marine Le Pen en Francia. Ese es el modelo de democracia en su nuevo orden mundial, y que tienen diseñado para su «polo europeo». La «Alternativa por Alemania» quedó en segundo lugar en las elecciones donde el canciller socialista Schloz resultó marginado a la tercera posición, pero ahora su partido sigue gobernando en coalición con la CDU/ CSU. Es la gran coalición del Partido Popular Europeo y su homónimo que lidera Sánchez en la internacional socialista. Este somero repaso del establishment político gobernante actual puede ayudar a entender el que Sánchez accediera y siga en el poder -tras siete años- sin presupuestos, sin apoyo del Congreso y con un gobierno fracturado. En ese «polo» europeo, una España sólida es un enemigo a batir, lo que exige un gobernante al frente sometido a sus órdenes para cumplir con ese objetivo. Los opinadores obviamente son libres de calificar estas ideas como «conspiranoicas», que es la consigna del «equipo nacional e internacional de opinión sincronizada» para silenciarlas, pero el deber en conciencia exige exponerlas y defenderlas en el foro público. Como aquí y ahora.