Canela fina

PP, PSOE y los extremismos

«El PSOE sanchista mantiene alianzas con la extrema izquierda comunista, con los secesionistas catalanes y con los bilduetarras»

Desde la silla curul monclovita se han dado instrucciones concretas a las vicepresidentas, a las ministras y a los ministros, a los altos cargos del Gobierno, a los presidentes socialistas de Comunidades Autónomas, a los rectores del partido y a los periodistas afines: siempre que hablen de Alberto Núñez Feijóo deben insistir en que el Partido Popular, liberal conservador, está aliado con la extrema derecha. No pasa un día sin que en la radio y en la televisión se reitere machaconamente la consigna recibida.

No quiero referirme a futurismos del PP que cristalizarán, sí o no, dependiendo de muchas circunstancias. Tras las elecciones generales, el Partido Popular precisará, tal vez, de alianzas a su derecha para abrir los portones del palacio de la Moncloa. Tampoco haré referencia a que el partido tachado de extremismo se manifiesta siempre de forma constitucional y no mantiene relaciones, mucho menos alianzas, con los sectores que de forma nítida y abierta propugnan la quiebra de la Constitución y la fractura territorial de España.

La realidad incontestable, sin embargo, es que el PSOE sanchista gobierna aliado con la extrema izquierda, mantiene en la vicepresidencia a una mujer militante del Partido Comunista y cuida con especial esmero la alianza con el extremismo de los herederos políticos de ETA y con el de los ultraizquierdistas del secesionista ERC.

¿A qué espera Alberto Núñez Feijóo para dar instrucciones a los cargos autonómicos y municipales de su partido y a los dirigentes del PP en toda España para que cada vez que hablen del PSOE sanchista insistan en su alianza real y actual, no futura, con la extrema izquierda, con el Partido Comunista, con los secesionistas catalanes de la ultraizquierda y con los bilduetarras? Hasta las ranas del estanque del Retiro deberían croar la alianza de Pedro Sánchez con los extremistas.

En el fondo de la política suele anidar la batalla semántica. Y esa la está perdiendo Feijóo. El líder del Partido Popular acertará si reacciona e instala a su rival sanchista en la realidad de la alianza de hecho que mantiene con el extremismo de izquierdas.