Escrito en la pared
PSOE: ¿regreso a la socialdemocracia?
Con Sánchez el alma socialdemócrata del socialismo español ha perecido
Esta semana ha comenzado con una interesante entrevista de Carlos Alsina a Jordi Sevilla. Para el que fuera ministro socialista –que, al parecer, da voz a una informal corriente de opinión dentro del PSOE– «hay que empezar a pensar en pasar página de Pedro Sánchez» y hacer retornar a ese partido al redil de la socialdemocracia. Sin embargo, fue poco explícito acerca de cómo lograrlo, aunque dejó entrever que bastaría un cambio en el liderazgo. Demasiado poco y demasiado tarde, pienso yo, porque un partido que ha abjurado de sus principales soportes ideológicos, difícilmente puede volver sobre ellos. Con Sánchez el alma socialdemócrata del socialismo español ha perecido. Y la cosa viene de lejos, tal vez del momento en el que Almunia se echó en brazos de Izquierda Unida para tratar de salvarse de la debacle que implicó el éxito del PP con Aznar. De ahí vinieron los lodos de la política de identidades, con su deriva de abrazo a los nacionalismos vasco y catalán, que condujeron a un gobierno Frankenstein que traicionó a las víctimas del terrorismo con la excarcelación forzada de los presos de ETA, abrigó a los rebeldes catalanes hasta concederles la amnistía, aceptó sin impedimentos el estatismo comunista, tergiversó el feminismo adoptando el discurso woke, se despreocupó de la mejora de las condiciones de vida –lo que se reflejó en el deterioro de los salarios reales, los problemas de la vivienda, el menoscabo de las infraestructuras, la merma de los servicios educativos y sanitarios públicos y el estancamiento de la pobreza– y se asentó en un régimen de gobierno inspirado en el bonapartismo, dando de lado al Parlamento y buscando su legitimidad en esas clases ociosas que, como señaló Karl Marx en su «18 Brumario», «sienten la necesidad de beneficiarse a costa de la nación trabajadora». Son éstas las que, como ocurrió en la Francia de 1851, según señala este autor, «permitieron a un personaje mediocre y grotesco representar el papel de héroe». Aplíquese esta consideración a Pedro Sánchez y tendremos el cuadro completo de la destrucción del programa socialdemócrata en el socialismo español. El propósito de recuperarlo es seguramente una utopía. Más les valdría a sus promotores adentrase en un proyecto político independiente.