Mirando la calle

¿Pura quimera?

«¿Cuál es la solución? ¿Unas pancartas en un festival de Eurovisión?»

Esta mañana, al conectar la televisión, me han saltado a la retina unas imágenes de Gaza a bocajarro. Debería de estar acostumbrada a ellas después de tantos meses, pero ver a todos esos niños desnutridos lamiéndose de los dedos las gotas de una pasta infecta, que no le daríamos para comer ni a nuestros animales de compañía, me ha dejado el corazón estrangulado. No se equivoquen. A mí me sigue doliendo aquel 7 de octubre sangriento donde 1200 personas fueron asesinadas y capturaron a otras 251, para convertirlas en rehenes, de las cuales unas 90 siguen cautivas, sin que se sepa con exactitud cuántos continúan con vida y cuántos no. Y comprendo sin reservas ese cóctel de ira y desazón de tantos judíos que saben que, en Gaza, siguen llevando las riendas los terroristas de Hamas. Pero eso no es óbice para no condenar este disparate genocida. Netanyahu quiere acabar con los palestinos. Lo ha dicho él mismo. Ha anunciado que los «Carros de Gedeón» arrasarán la franja hasta convertirla en la nueva Riviera de Trump. Y el horror es que los gazatíes están tan solos que podría llegar a suceder. Nadie los quiere. Quienes deberían ser sus protectores, no parecen dispuestos ni a defenderlos ni a abrirles la puerta. ¿Por qué callan Egipto o Siria? ¿Por qué no contribuyen a la liberación de los rehenes y ayudan a sus hermanos? El problema más acuciante es que entre los propios gazatíes se encuentran sus mayores enemigos, los terroristas de Hamas. Y en ellos justifica Israel su proceder en esta guerra tan sin alma como todas, pero más televisada que ninguna, donde todos somos cómplices. ¿Cuál es la solución? ¿Unas pancartas en un festival de Eurovisión? La UE sabe que se requiere mayor contundencia. Pero de momento, solo con revisar el acuerdo de asociación con Israel, ha recibido su crítica de ayudar a fortalecer a Hamas… ¿Qué otra posibilidad hay? O mejor dicho ¿existe alguna? Si mañana se entregara a los rehenes y se detuviera la guerra, ¿de verdad podría repartirse el territorio entre dos estados y una frontera podría contener su rencor, su odio y su resquemor? ¿Israel aceptaría dos estados? ¿Los respetarían los terroristas ¿O eso es pura quimera?