
Sin Perdón
¿Por qué Sánchez está tan tranquilo con Junts?
«La consolidación de la ultraderecha liderada por Sílvia Orriols encaja con su idea de que con tres derechas el socialismo tiene asegurado el Gobierno»
Es una reacción normal, porque está convencido de que la ruptura es algo irrelevante e incluso cosmético. Por supuesto, le gustaría que Junts le siguiera apoyando lo que queda de legislatura. En este sentido, su esperanza es que Puigdemont se hunda en las próximas elecciones catalanas y tenga que jubilarse políticamente. La descomposición de este espacio es su gran baza y espera que sea sustituido por algún dirigente más favorable a sus intereses. La consolidación de la ultraderecha liderada por Sílvia Orriols encaja con su idea de que con tres derechas el socialismo tiene asegurado el Gobierno. En este caso con Illa, pero que aplica, sobre todo, a España. Ahora tiene la mala suerte de la guerra entre Sumar y Podemos, así como la irrelevancia de Yolanda Díaz, que vive en un estado de confusión perpetuo. Una moción de censura es inviable, según los planes monclovitas, ya que Abascal tampoco está por la labor. Al igual que Iglesias y sus colaboradoras, no tienen ningún interés en unas elecciones anticipadas. Se ha instalado la obsesión por heredar. Feijóo quiere heredar a Sánchez, mientras que Abascal pretende que el primero fracase y ser su heredero forzoso, e Iglesias tiene la misma aspiración con respecto a Sumar.
No pretendo restar méritos a nadie, pero la experiencia muestra, sobre todo, que las elecciones se ganan porque pierde quien está en el Gobierno. Es lo que sucedió con Calvo-Sotelo, González, Aznar y Zapatero. Hubo causas diversas e incluso complejas que llevaron al fracaso de UCD, que acabó desapareciendo, PSOE y PP. La clave está en que los herederos se esfuercen en conseguir la herencia y no estén a la espera de que se produzca de forma natural. Es bueno recordar el escaso margen de la primera victoria electoral de Aznar. Todo iba muy bien hasta que se instaló el espíritu de la moderación, creyendo que la fruta madura caería del árbol, y faltó poco para repetir el fracaso de 1993. En cambio, el PSOE es inmisericorde. Lo hizo con UCD, con una oposición salvaje e implacable, y lo repitió con el PP con mentiras y manipulaciones contra Aznar y Rajoy. Ahora vivimos un escenario similar y aplica toda la fuerza que tiene estar en el Gobierno y contar con poderosos aliados mediáticos.
Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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