Sánchez gana el relato de los pactos

En el siglo XXI, salvo el PSOE sanchista, ningún partido socialista democrático ha gobernado en Europa en alianza con el Partido Comunista. Por otra parte, observadores independientes consideran una indecencia política establecer acuerdos con ERC, que intentó fracturar el orden constitucional español proclamando la independencia de Cataluña. Mayor indecencia si cabe es llegar a pactos con un partido –Bildu– que se ha negado a condenar el terrorismo etarra y que contribuye a los homenajes que en las provincias vascongadas se celebran en honor de los criminales etarras, a los que el Gobierno ha acercado a las cárceles vascas. La opinión pública española, consciente de las alianzas y pactos de Pedro Sánchez, provocó para el PSOE la catástrofe del 28-M.

En la Unión Europea, partidos semejantes a Vox gobiernan en Italia, Hungría y Polonia y ocupan lugar relevante en media docena de naciones. Vox es un partido que pretende reformar la Constitución, pero que la acata y sólo desde lo que exige el articulado de la Carta Magna intentará su modificación. Comparar a Vox con el totalitarismo comunista o con los separatistas y los proetarras es un despropósito.

Sin embargo, Pedro Sánchez y los suyos han construido un relato que ha satanizado a Vox y ha convertido para muchos en apestado el partido de Santiago Abascal. El sanchismo ha actuado con evidente habilidad política a través de sus alfiles en los medios de comunicación, sobre todo los audiovisuales, que han desbaratado las argumentaciones a veces muy débiles, a veces muy torpes, de Alberto Núñez Feijóo y sus colaboradores. Resulta que Pedro Sánchez puede aliarse con la extrema izquierda, con comunistas, con separatistas y con proetarras, pero es anatema que el Partido Popular llegue a acuerdos puntuales y menores con Vox en algunos Ayuntamientos y Autonomías.

A pesar de la supina torpeza al elaborar el relato de los pactos, la opinión pública antisanchista es tan sólida, el voto contra Sánchez tan copioso, que todavía las encuestas, si no se producen distorsiones y manipulaciones durante esta semana, despejan el camino de Alberto Núñez Feijóo para que se siente en la silla curul del palacio de La Moncloa.

Luis María Anson,de la Real Academia Española