Opinión

Sánchez de «mediador» en Pekín, (no de Tito Berni)

«La gente se está acostumbrando a contemplar las noticias de la guerra como se escuchan las noticias del tiempo»

A casi 400 días del comienzo de la «operación militar especial» desencadenada por Putin sobre Ucrania, resulta tan triste como evidente, constatar que la gente se está «acostumbrando» a contemplar las noticias de la guerra como se escuchan las noticias del tiempo; prácticamente como algo que forma parte de la normalidad. No sabemos si de la «nueva», aquella que nos anunciaban durante la pandemia –¿recuerdan?– integrada en ese «reseteo» tan publicitado como desconocido hasta la fecha, y que nos profetizaban –por no decir que casi nos «ordenaban»– , los plutócratas de Davos, o formando parte del no menos publicitado como «desconocido» NOM, el Nuevo Orden Mundial.

Pero el resultado es el mismo, con una guerra provocada con premeditación y alevosía desde Ultramar y que subsiste ante una indiferencia generalizada y creciente por parte de la población europea, resignada a coexistir con el drama de la guerra que EEUU y Rusia están combatiendo con Ucrania como víctima propiciatoria interpuesta en nuestra frontera oriental. Resulta tan clarificador como triste comprobar el papel absolutamente marginal de la UE como actor político ante una guerra que se desarrolla no en ultramar, sino en nuestro mismo suelo europeo, y que sea China quien aparezca ofreciéndose como mediador de la misma para alcanzar cuando menos una suspensión de las hostilidades.

De momento tenemos a Pedro Sánchez promocionándose como líder globalista para así pasar a la Historia que tanto parece preocuparle, que ya se dispone a viajar a Pekín para conocer de primera mano el plan de paz de Xi Jinping. Ante la carencia de una Idea sugestiva de España que ofrecer a los españoles en estas próximas convocatorias electorales, está corriendo en la banda calentando para saltar al terreno de juego en julio desde el pódium de la presidencia rotatoria semestral de la UE. Ya imaginamos los telediarios y las portadas de los diarios en papel impreso y en los digitales de todo el mundo, con la imagen de Sánchez en su papel de líder europeo occidental, mediando entre EEUU, la OTAN y Rusia y China por el fin de la guerra en Ucrania.

Con la escalada militar rusa desplegando armas nucleares tácticas en Bielorrusia, cualquier iniciativa mediadora –siempre que no provenga del Tito Berni– es bienvenida. Si su labor mediadora y pacifista tiene éxito, no nos dolerán prendas en aplaudirle con una salvedad: que ese éxito mundial no le retenga en la Moncloa por más tiempo del previsto. Sacrificarse por España sería un acto de egoísmo nacional inadmisible. La ONU, la OTAN, Davos.., lo que sea, le necesitan imperiosamente.