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Parresía

La semana de la fontanera

Como pide Javier Lambán, convocar elecciones generales sería lo más adecuado para esas bases socialistas honradas que reciben, avergonzadas, tanta información degradante

El fenómeno de la corrupción suele ser directamente proporcional al tiempo que se pasa arriba del todo, en el poder. Nadie se libra, aunque exija honradez máxima a su alrededor. De todos modos, no pretendo disculpar de lo que leemos, oímos y deducimos a los actuales inquilinos de La Moncloa. Primero, porque son demasiadas –al menos 20– las personas imputadas en el entorno más directo de Pedro Sánchez. Segundo, porque el propio presidente del Gobierno no nos ofrece explicaciones de los gravísimos hechos que se están publicando estos días. No nos habla ni admite preguntas desde hace un mes, desde el día del apagón. Y tercero, porque cada semana que pasa, emerge otro escándalo próximo a La Moncloa.

Los ciudadanos estamos ya demasiado saturados. Perdemos la cuenta, la capacidad de sorpresa e incluso la memoria del escándalo inmediatamente anterior mientras apuramos esta semana fantástica de los fontaneros del PSOE.

Qué personaje, por cierto, la tal Leire Díez. Esa militante socialista «echá palante», como dirían en mi tierra, que chantajea sin rubor a determinados individuos –con el abogado Choclán como denominador común– para buscar trapos sucios de quienes investigan al núcleo duro de Sánchez. Esa mujer que nos dice ser periodista –sin haber ejercido como tal– y que, en cambio, ha ido pasando a lo largo de los años por puestos de cierta responsabilidad política y es capaz de ofrecer a un periódico, tan pichi, vídeos sexuales de un fiscal que molesta al PSOE.

Las actividades mafiosas de la fontanera y compañía iban dirigidas contra la Guardia Civil, la fiscalía anticorrupción y el PP. No queda espacio para la imaginación cuando escuchas, alto y claro, en los audios publicados, que al frente de esas operaciones están Pedro Sánchez y su actual hombre fuerte, Santos Cerdán.

¿Por qué los aludidos no se pronuncian? ¿Por qué solo le abren un expediente a la fontanera? Que se lo pregunten a represaliados por mucho menos (Redondo Terreros, por ejemplo).

Coincido con el socialista García-Page: Si el PSOE quiere defender su buen nombre, ya va tarde presentando querellas criminales contra quienes han permitido que conozcamos estos audios. Y en todo caso, como pide Javier Lambán, convocar elecciones generales sería lo más adecuado para esas bases socialistas honradas que reciben, avergonzadas, tanta información degradante. P

ero me temo, amigos, que Sánchez seguirá adelante con su manual de resistencia, callado, centrado en los problemas de Gaza y más allá, empecinado en la urgente prioridad de convertir el catalán en idioma oficial europeo, a sabiendas de que una moción de censura es imposible, por mucho que quiera la oposición. ¿Qué más darán las cloacas, los cayucos y otros problemas domésticos? Hay que resistir. O quizá, como apuntó la fontanera, asegurarse de que Ábalos y su entorno no hablen.