Accidente

El cable del funicular de Lisboa se rompió por una zona que no se puede inspeccionar sin desmontar el aparato

Las autoridades portuguesas acaban de dar a conocer las primeras conclusiones del accidente del funicular que mató a 16 personas

Portugal.- Portugal incluye entre los fallecidos por el accidente del funicular a personas de ocho nacionalidades
Portugal.- Portugal incluye entre los fallecidos por el accidente del funicular a personas de ocho nacionalidadesEuropa Press

La Oficina de Prevención e Investigación de Accidentes de Aviación y Ferrocarril portuguesa, GPIAAF por sus siglas en portugués, ha emitido este sábado por la noche el primer informe relativo a las causas del accidente de funicular de Lisboa que el pasado miércoles acabó con la vida de 16 personas y dejó a otras 24 heridas.

Este informe debía publicarse ayer viernes, pero la demora en las labores de retirar los escombros provocados por el incidente han hecho que el primer comunicado haya llegado hoy, coincidiendo con los primeros funerales de las víctimas portuguesas. El Elevador da Glória, un famoso funicular lisboeta, descarriló el miércoles pasado y se empotró contra un hotel en un siniestro que ha conmocionado a todo Portugal.

Lo que se sabe por ahora no es mucho: la GPIAAF confirma que el cable de acero que impulsa el funicular estalló, y desde su rotura hasta que el funicular se empotró con un hotel transcurrieron 50 segundos: el vehículo bajó a una velocidad de 60 kilómetros por hora sin control.

Cuando el cable se rompió el vehículo también se quedó sin electricidad, un mecanismo de seguridad que habría activado los frenos tanto manuales como neumáticos. Sin embargo, ninguno de los dos fueron suficiente para detener la inercia con la que el funicular bajaba la cuesta.

Un cable roto por una zona de difícil mantenimiento

Las inspecciones y el mantenimiento del aparato estaban efectivamente al día, sin embargo, ahora también se sabe que el cable se rompió por una zona que no se suele inspeccionar ya que sería necesario desmontar el vehículo para ello.

Además, se sabe que el cable roto se encontraba dentro de su vida útil, tras haber sido utilizado durante 337 días de los 600 previstos, según recogen medios como Diário de Notícias.

Ahora, la GPIAAF se da 45 días para realizar la investigación propiamente dicha. Será dentro de mes y medio cuando las autoridades portuguesas podrán aportar más detalles que clarifiquen cómo y por qué se produjo esta tragedia. Será en otro informe preliminar: el definitivo solo llegará cuando se tengan todos los análisis completos o, en su defecto, en el plazo de un año, que es el período que marca tanto la legislación portuguesa como la europea.