Sin Perdón

La torpeza de Vox contra Ayuso

«No se puede recriminar a la presidenta que sea blanda, precisamente, con el gobierno socialista comunista»

Vox ha elegido la estrategia de enfrentarse a Ayuso. Coincide con Sánchez. Me cuesta entender qué réditos obtiene dedicándose a atacar a una política respetada y muy valorada por su electorado. Es algo que sabe muy bien Abascal, pero es difícil descubrir quién manda en el partido. Han optado por una línea de actuación que favorece a la presidenta madrileña. No hay duda de que es un comportamiento excéntrico. Los argumentos que utilizan para justificarlo son inconsistentes y responden a una estrategia electoral para impedir que Ayuso consiga la mayoría absoluta. No creo que ningún votante del centro derecha se pueda tomar en serio que el PP se ha unido a la izquierda en contra de las iniciativas de Vox. Un seguimiento superficial de la política madrileña permite constatar la agresividad de Más Madrid y Podemos en contra de Ayuso. No pueden soportar que derrotara a Sánchez e Iglesias. Es lo que le sucede también a la izquierda mediática que ha optado, también, por un acoso descarado coincidiendo, curiosamente, con la formación de Abascal.

No se puede recriminar a la presidenta que sea blanda, precisamente, con el gobierno socialista comunista o contemporizadora con la oposición en la Asamblea. Es todo lo contrario. Es auténtica en sus posiciones. Con firmeza defiende España y la Constitución, así como los intereses de los madrileños. Nunca le he escuchado criticar o descalificar a Abascal y su partido. Por ello, no entiendo por qué la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, no se quiere entender con ella y ha optado por un choque que no le reporta ningún beneficio. El gobierno de la comunidad no está en riesgo, tal como muestran todas las encuestas, incluidas las que tiene Sánchez. Su única esperanza es que el PSOE recupere la segunda posición en la comunidad y el ayuntamiento. Es algo que parece una misión imposible. La gran mayoría de madrileños, incluidos muchos socialistas, no quieren un gobierno Frankenstein. Mónica García como presidenta, haciendo coalición con el PSOE y Podemos, sería un desastre para Madrid. Es bueno recordar que Iglesias manejaría los hilos en la sombra. No es el socialismo de Leguina, expulsado del partido, o del desaparecido Tierno Galván. El PSOE tiene que recuperar la centralidad y Vox el sentido común.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).