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¿Guerra contra Periscope?

El pasado 26 de marzo, Twitter lanzaba Periscope, una herramienta para retransmitir vídeo en directo a través de esta red social, de tal modo que los seguidores de un usuario reciben una notificación cuando éste va a realizar una emisión y, una vez se conectan, pueden seguir la retransmisión, hacer comentarios... Además, el vídeo queda durante las siguientes 24 horas en Twitter para que pueda ser visualizado ya en diferido.

Los creadores de la idea fueron Kayvon Beykpour y su colega Joe Bernstein, en el año 2013, tras los disturbios de Estambul. La compañía tiene 10 trabajadores que, pese a haber sido adquirida por Twitter, mantienen cierto grado de autonomía.

Antes ya estaba disponible otra aplicación, Meerkat, que también funcionaba en éste pero que, tras el éxito de Twitter, podría integrarse en Facebook. Paralelamente, existían otros programas como Livestream, Ustream o Bambuser, que ofrecen prestaciones similares.

Hasta la fecha se habían venido utilizando casi como herramientas periodísticas, para que los usuarios pudiesen retransmitir aquello que veían en el momento en el que estaba sucediendo. De hecho, en nuestro país, algunas de estas aplicaciones fueron utilizadas para mostrar qué ocurría en el campamento del 15-M en la Puerta del Sol o para retransmitir manifestaciones ciudadanas.

Sin embargo, poco a poco, su utilización ha ido derivando hacia otros usos, y como nunca llueve a gusto de todos, el éxito de estas aplicaciones, especialmente tras la llegada de Periscope, preocupa y mucho a las cadenas de televisión, especialmente a aquellas que incluyen contenidos de pago. Así, durante el combate de boxeo entre Mayweather y Pacquiao fueron muchas las personas que lo retransmitieron en directo grabando con el móvil directamente de la pantalla de la televisión o desde el propio recinto en que tuvo lugar la pelea.

Situaciones parecidas se producen con la emisión de series, como «Juego de tronos», en cuyo caso cualquiera puede conectarse a Twitter, seguir a alquien que lo retransmita y seguirla en directo. Las cadenas de cable como HBO o Showtime, tratan por todos sus medios de evitar este nuevo tipo de «piratería» y, de hecho, la propia red social ha retirado numerosas retransmisiones.

Pero la magnitud de este problema no hará más que aumentar, pues la popularidad de estas aplicaciones crece a cada día que pasa y, en poco tiempo, serán tan habituales como WhatsApp o Line, lo cual preocupa, y mucho, no sólo a las cadenas que pagan cantidades millonarios por los derechos audiovisuales de determinados eventos deportivos, sino a los grandes estudios de Hollywod, que ven en Periscope y el resto de herramientas similares un nuevo campo de batalla.

Por este motivo, la industria del cine y de la televisión ya busca soluciones técnicas para tratar de bloquear estas retransmisiones y proteger así sus intereses. Y si éstas no funcionasen, entablarían las batallas jurídicas necesarias que ya les sirvieron para echar abajo páginas web de descargas ilegales como Megaupload o Pirate Bay.

En cualquier caso, estas aplicaciones han llegado para quedarse y, a buen seguro, no tardaremos en ver cómo las propias cadenas de televisión las utilizan para hacer determinados directos, fundamentalmente en la calle, para emitir en vivo manifestaciones, enfrentamientos armados o mostrar determinados aspectos de la realidad a los que una cámara normal no puede llegar por su tamaño.