Los Ángeles

¿Mejor más rápido?

Los medios digitales españoles viven obcecados con la inmediatez, incluso anteponiéndola a la información rigurosa

Corren tiempos extraños en este oficio nuestro del periodismo y muy especialmente para los medios digitales de información general, abiertos las 24 horas, llueva, truene o nieve, sea verano o invierno, laborable o fiesta de guardar, siempre disponibles con las últimas noticias calentitas, recién hechas. ¿Demasiado hechas quizás?

Llevo algún tiempo, deformación profesional, supongo, observando las webs de los principales diarios on-line de nuestro país y las de sus colegas en el resto de Europa o Estados Unidos. Incluso las de las algunas televisiones de renombre mundial, tipo BBC, CNN o Al Jazeera. Y, sinceramente se lo digo, lo que ocurre aquí no pasa en ningún otro sitio.

Los medios digitales españoles viven en una especie de paranoia en la que lo importante no es informar, sino hacerlo antes que los demás y, si es posible, con titulares más grandes, con más fotos y con más detalles. Y ello, independientemente de que las informaciones interesen o no a los lectores o tengan o no que ver con nosotros.

Me llamó la atención, hace unas semanas, cuando en Francia se desató la polémica por la expulsión de una estudiante de etnia gitana y origen kosovar, que tuvo que dejar el país vecino para marcharse a Kosovo. Pues bien, ocurrió que un domingo de esos de escasa tensión informativa, saltó un teletipo según el cual la familia de esta joven, caminando por la ciudad de Mitrovica, había tenido un percance con otra familia, que se debió saldar con algún que otro rasguño.

Pues bien, un hecho tan intrascendente como éste de repente abría las webs de casi todos los medios digitales españoles. Curiosamente, en Francia, lugar donde había surgido la noticia, esta información no pasó de un pequeño breve o ni siquiera eso. Sin embargo, en España, los periodistas trataron de ubicar Mitrovica en el mapa, intentaron traducir del albanés algún dato que pudiera aportar algo de luz a tan gran noticia, que finalmente no dejó de ser un rifirrafe entre familias gitanas y en el que nada le ocurrió a la niña. Absurdo, ¿no?

Días después, un tipo entraba armado en el aeropuerto de Los Ángeles y comenzaba a disparar. Finalmente hubo un muerto, pero durante toda la tarde los medios españoles abrieron con la noticia y algunos de ellos, en un afán por adelantarse a los demás, llegaron a titular que había dos muertos, luego que varios muertos, luego que varios heridos... Otros, por el contrario, hablaban de un muerto, luego de dos, luego de uno que mató a otro... Vale. Ya sabemos todos que un muerto de Estados Unidos vale por muchos, pero, incluso si el muerto hubiera sido español y el suceso en España ¿habríamos abierto las webs con ello?

Y he de decir que situaciones de este tipo son el pan nuestro de cada día. Basta mirar los medios extranjeros para darnos cuenta de que no existe esa obsesión por la actualización constante, por ser los primeros dejando a un lado el rigor más básico. ¿De verdad se ganan lectores así?, ¿realmente creemos que la audiencia elige un medio u otro por ser más rápido actualizando una noticia, aunque luego la información sea errónea? ¿Cuántas veces no hemos informado de la muerte de alguien que estaba vivo y coleando, sólo por adelantarnos a los demás? Algo tan sencillo como confirmar una información, realizar una simple llamada para contrastar, se ha convertido en excepcional.

De verdad, creo que hemos perdido el norte y que no estaría de más mirar lo que hacen por ahí fuera para ver que no es mejor el que antes informa, sino el que lo hace mejor.