Opinión

Voto en conciencia

Hoy domingo 28-M es una fecha señalada en el calendario político por celebrarse unas muy importantes elecciones territoriales

Hoy domingo 28-M es una fecha señalada en el calendario político por celebrarse unas muy importantes elecciones territoriales: las municipales para elegir a los alcaldes y concejales que gobernarán los más de ocho mil ayuntamientos de España; las diputaciones provinciales, los consells insulares de las Islas Baleares y los cabildos del archipiélago canario. Además hay elecciones en 12 de las 17 comunidades autónomas, pues cinco de ellas ya las celebraron en diferentes fechas: País Vasco, Andalucía, Castilla y León, Galicia y Cataluña.

Sin perjuicio de la influencia de estos comicios a modo de primarias de las muy próximas elecciones generales, todo lo expuesto dota a la jornada de hoy de un alto voltaje político, y sin duda mantendrá a la población muy atenta a los datos y cifras que tras el cierre de los colegios a las 20:00 h. den las encuestas realizadas a pie de urna y otros sondeos a lo largo del día.

Ya ha habido ocasión de informar y opinar largamente sobre lo que hoy está en juego –política, económica y socialmente– y qué se dirime en las urnas, y más días habrá también para analizar su resultado a partir de esta noche. Nos queda una última reflexión acerca de una dimensión muy controvertida en la sociedad española actual, que es la relativa a lo que se había venido denominando históricamente como el «voto católico». Quizás haya dejado de utilizarse a consecuencia de una intensa descristianización en una sociedad secularizada y de una mal entendida aconfesionalidad del Estado, pero lo cierto es que ese segmento social tradicionalmente interpretado como conservador ha desaparecido de los análisis sociológicos con carácter sustantivo. Ese voto centra su atención en tres aspectos estrechamente ligados entre sí y a su vez profundamente humanistas que afectan al concepto mismo de la persona, hoy amenazado intensamente por la ideología de género. El primero de ellos «primum vivere» es la defensa de la vida de todo ser humano desde la concepción hasta su muerte natural, atacada frontalmente por un presunto «derecho» al aborto y a la eutanasia, respectivamente, a manos de un Tribunal Constitucional de Pumpido que se cree investido de poder constituyente y legislativo. Otro valor destacado y en juego es la familia, fundada sobre el matrimonio de un hombre y una mujer entre sí. Por último –que no menos importante– es el derecho de los padres a elegir para sus hijos la educación que desean conforme a sus convicciones morales y religiosas. Cada partido tiene una posición fijada sobre esos puntos. Voto en conciencia.