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“The Dropout”: vaciado del feminismo en Silicon Valley

Amanda Seyfried y Naveen Andrews ponen cara al timo de Elizabeth Holmes, estafadora tras el entramado de Theranos, la empresa que prometía revolucionar los análisis de sangre

Amanda Seyfried, de negro, y Naveen Andrews protagonizan "The Dropout", ya disponible en Disney+
Amanda Seyfried, de negro, y Naveen Andrews protagonizan "The Dropout", ya disponible en Disney+THE WALT DISNEY CO.

Había una vez una joven prometedora que, inspirada por Steve Jobs, decidió dejar sus estudios en la prestigiosa universidad de Stanford y volcar el resto del dinero reservado para pagar su carrera en su verdadero sueño: hacer del mundo un lugar mejor. Tan inocente –y, si permiten, ciertamente estúpido– relato fue engullido por buena parte de la prensa americana allá por 2004, cuando Elizabeth Holmes estaba poniendo en marcha su empresa, la ahora infame Theranos. Bajo la premisa de revolucionar los análisis de sangre, haciéndolos más rápidos y baratos, la empresaria engañó durante más de una década a su junta de accionistas, en la que había magnates como Bill Clinton, Rupert Murdoch o ex cargos de la administración Reagan, y llegó a amasar cerca de 4.500 millones de dólares con sus mentiras.

Primero cuento de hadas y ahora pesadilla legal, el relato de Holmes es el motor argumental de «The Dropout», la nueva serie de Disney+ en la que una extraordinaria Amanda Seyfried pone rostro a la vendehúmos y un protésico Naveen Andrews (nuestro Sayid de «Perdidos») es su pareja y principal inversor, Sunny Balwani. «Solo puedo hablar por mí, pero creo que la clave del interés que despierta la historia de Holmes pasa por su dimensión shakespeariana, haciendo de mi personaje una especie de Lady Macbeth», responde Andrews a LA RAZÓN, sobre las tres producciones que llegarán a nuestros cines y televisores en los próximos meses abordando el caso. Y añade: «El sueño americano lleva muriéndose desde que se eligió a Ronald Reagan. En términos de erosión, degradación y borrado de la clase media, por ejemplo».

Amanda Seyfried completa una espectacular transformación en "The Dropout: auge y caída de Elizabeth Holmes"
Amanda Seyfried completa una espectacular transformación en "The Dropout: auge y caída de Elizabeth Holmes"THE WALT DISNEY CO.

-¿Se llegó a poner en contacto con el Sunny Balwani original?

-No, no quise ponerme en contacto con él, pero sí estudié su vida a fondo. Y realmente no me interesaba tanto él como su significado en la serie. Para mí, la serie trata sobre esta gente joven que ha crecido profesionalmente en la cultura de las “start-ups”, acostumbrados a amasar grandes cantidades de dinero. Soy una persona mayor, y eso me queda lejos, pero luego vi el guion y me di cuenta de que había mucho más que un simple timo, más que una estafa.

-¿Cómo fue la experiencia con Amanda Seyfried?

-Fue maravillosa. Fue un privilegio ver cómo se iba haciendo con el personaje tan de cerca. No tanto en lo físico, con esa voz tan extraña o la manera de andar, si no en la forma de abrazar el personaje. Y sobre todo, su capacidad para situarse en la cronología vital de su personaje, cambiando según cada época que se abordaba en la serie. Ha sido muy inspirador. Como actor ha sido un regalo, nunca se queja y siempre te intenta ayudar.

-¿Estuvo cómodo con la diferencia de edad entre ambos personajes?

-Sí, sí, no tuve ningún problema. Al ser un personaje de ficción, por mucho que lo interprete yo, intento acercarme sin juzgarle. O al menos que ello no afecte a mi interpretación. Además, me gusta la relación de desigualdad que se establece en la serie. Para ella, él es uno de sus compañeros, de sus iguales, y en cambio para él, ella siempre es como un objetivo a alcanzar, siempre fuera de su rango. Ella tiene un sentido muy fuerte de su propia identidad, que es lo que le gusta a él. No sé si la diferencia de edad, en realidad, fue algo tan importante en su realidad, lo importante es que se sentían seguros el uno con el otro. Eso es lo importante en una relación.

Así, «The Dropout», que en España se ha subtitulado con un explícito «Auge y caída de Elizabeth Holmes» es parodia, claro, pero también testimonio casi documental y firme de la perversión mercantil de Silicon Valley: no se trata de vender un producto, sino la idea del mismo. Elizabeth Meriwether, responsable anteriormente de «New Girl», utiliza el archivo periodístico de la debacle como un arma, pero también como un elemento alegórico más del que Michael Showalter («Criadas y señoras») se sirve en la dirección. Entre canciones «empoderadoras» de Katy Perry, himnos violentos de rap y algún que otro «hitazo» pop de mitad de los noventa, los ocho capítulos de la serie son un retrato, en realidad, del vaciado ideológico del feminismo en la cultura de las grandes empresas. La tesis textual de «The Dropout» (inteligente juego de palabras entre la que usan los sajones para quien abandona los estudios y la que usan para «gota») busca la empatía del espectador no para con Holmes, que actuó con dolo desde el principio, sino con el resto de mujeres que se tienen que partir la cara por conseguir una financiación que a ella le costó solo unas cuantas mentiras.

«Creo que lo más importante a la hora de acercarnos a nuestros personajes, y esto sé que lo comparto con Amanda (Seyfried), era no juzgarles. Teníamos que acercarnos a ellos como seres humanos. Para mí, esa conexión se hacía más fácil si pensaba en él como alguien locamente enamorado, entregado a los designios de ella. La pregunta con Sunny es: ¿Cómo de lejos estarías dispuesto a ir por la persona a la que amas? ¿Qué harías? ¿Qué creerías?», se despide el intérprete británico, no sin antes aclarar qué final le parece mejor, si el de esta serie o el de «Perdidos»: «Me quedo con este sin dudarlo, es una pregunta bastante fácil de responder. Este final funciona como un todo. Sinceramente, no entendí el final de “Perdidos”», concluye risueño.