El pontificado de Francisco

Francisco contra los pederastas: «¿Cómo puede un cura llegar a causar tanto daño?»

El Papa pide perdón por los sacerdotes pederastas en el prólogo de un libro escrito por una víctima de abusos sexuales

El Papa saluda desde la ventana de su estudio en el Vaticano
El Papa saluda desde la ventana de su estudio en el Vaticanolarazon

El Papa pide perdón por los sacerdotes pederastas en el prólogo de un libro escrito por una víctima de abusos sexuales

Francisco es contundente cuando habla de los curas pederastas. «¿Cómo puede un sacerdote, que está al servicio de Cristo y de su Iglesia, llegar a provocar tanto daño? ¿Cómo puede haber dedicado su vida a conducir los niños hacia Dios, y devorarlos en lo que yo llamo un “sacrificio diabólico” que destruye tanto a la víctima como la vida de la Iglesia? Algunas víctimas han llegado incluso al suicidio. Estos muertos pesan en mi corazón, en mi conciencia y en la de toda la Iglesia. A sus familias ofrezco mi sentimiento de amor y de dolor. Y, humildemente, pido perdón». Con estas palabras, el Papa Francisco pide perdón a las víctimas de pederastia, tal como escribe en el prólogo del libro titulado «Lo perdono, padre», escrito por Daniel Pitett, una víctima de abusos sexuales. Se trata de unas palabras muy significativas y que el conocido periódico italiano «La Repubblica» recogía ayer.

Se trata de un libro de carácter autobiográfico, que será publicado por la editorial del Vaticano Libreria Editrice Vaticana, por la italiana Piemme y la suiza Editions Philippe Rey, en el que Pittet relata en primera persona los abusos sexuales que sufrió por parte de un cura cuando era niño. «Se trata de una monstruosidad absoluta, de un horrible pecado, radicalmente contrario a todo lo que Cristo nos enseña», subraya el Pontífice.

«Para quien ha sido víctima de un pederasta es difícil relatar aquello que ha sufrido y describir los traumas que todavía perduran a distancia de muchos años», dice el Santo Padre. «Por este motivo el testimonio de Daniel Pittet es necesario, valioso y valiente». «He desvelado a Francisco mis cuatro años de infierno y él ha llorado junto a mí», confiesa el propio Pittet, hoy de 57 años, en una entrevista concedida a «La Repubblica». Su descripción es tan sincera como dolorosa incluso a los ojos de quien tan solamente lee: «Tenía sólo ocho años. Era un niño tímido, frágil. Él era un cura simpático y preocupado por mí, un niño sin familia», detalla a la periodista Caterina Pasolini. «Tenía que haberme protegido, sin embargo percibió mi debilidad y mi vacío y se aprovechó de ello. Me violó durante cuatro años, ha abusado de mí sin el más mínimo sentimiento de culpa ni remordimiento. Hizo lo mismo de forma impune con otro centenar de chicos». Tras años de terapia, Pittet consiguió encontrar las primeras palabras para describir su dolor en 1990, momento a partir del cual empezó a entrevistarse con jóvenes que han pasado por la misma situación: «Los reconozco, veo en ellos la misma fragilidad y la dificultad de vivir». En la entrevista concedida al conocido periódico italiano, Daniel Pittet explica que consiguió ver de nuevo a quien abusó de él el año pasado: «Estaba muy envejecido, me ha costado reconocer al ogro de mi infancia. Me miró y vi su miedo. Pero no me pidió perdón, no me pareció arrepentido por todo el mal que me provocó».

Sin embargo Pittet sí lo ha perdonado, aunque no fuera fácil: «Vi en él un enfermo, él no tiene nada que ver con mi fe, que además permanece intacta. Pero esto no impide que siga luchando para que la Iglesia rompa con el silencio y denuncie a los pederastas». Daniel Pittet conoció a Jorge Mario Bergoglio hace dos años, momento en el que él le dijo: «Padre, fui violado por un sacerdote». Hoy Daniel describe con detalle la escena: «Me miró en silencio, con las lágrimas en los ojos. Y me abrazó».