Dos papas santos
Larga relación con el Vaticano
Cuando los Reyes tengan hoy ocasión de ser recibidos en audiencia por el Santo Padre en el Vaticano, el Papa Francisco se convertirá en el sexto Sumo Pontífice al que Don Juan Carlos y Doña Sofía tienen oportunidad de conocer y visitar en las dependencias de la Basílica de San Pedro destinadas a recibir a personalidades de todo el mundo. No es casual, por tanto, que los vínculos que siempre han unido a los monarcas españoles a lo largo de muchos siglos con los máximos representantes de la religión católica hayan sido cultivados con esmero por los actuales Reyes de España.
Y para muestra, un detalle quizá casual pero muy significativo de la estrecha y buena relación de la Familia Real con el Vaticano. Don Juan Carlos, que nació en Roma por vivir allí sus padres entonces durante su largo exilió fuera de España desde la proclamación de la Segunda República en el año 1931, recibió las aguas bautismales de manos del que entonces era el secretario de Estado, Eugenio Pacelli. Un año más tarde, en 1939, Pacelli fue elegido Papa con el nombre de Pío XII. El primer Santo Padre que recibió en audiencia a Don Juan Carlos y a Doña Sofía en el Vaticano fue, precisamente, uno de los dos que ayer fueron canonizados en la Basílica de San Pedro, Juan Pablo II. La pareja acudió a verle poco después de su boda para agradecer personalmente al Papa Roncalli la solución de celebrar una doble ceremonia por los ritos ortodoxo, por parte de la Reina, y católico, por parte del Rey, para contentar a todos y cerrar la controversia surgida meses antes de la boda de los Príncipes en Atenas. Aquella primera vez, Doña Sofía iba de negro porque aún no pudo vestir de blanco, un privilegio protocolario del Vaticano reservado tan sólo a las reinas católicas, privilegio que actualmente sólo lo ostentan la Reina de España –que además es la única que lo puede combinar con una peineta–, de Bélgica, la Gran Duquesa de Luxemburgo y la Princesa de Mónaco desde 2013. Esa ocasión se presentó por primera vez con Pablo VI, el primer Papa que les recibió siendo ya Reyes, en febrero de 1977, un Papa muy crítico con el franquismo, que acabó apenas dos años atrás del encuentro, por rechazar sus peticiones de clemencia para los últimos condenados a muerte por Franco.
La relación con el siguiente Papa, Juan Pablo I, fue muy breve ya que estuvo tan sólo 33 días como Santo Padre, pero tuvieron oportunidad de estar con él para saludarle antes de su muerte. En el mismo año, 1978, Don Juan Carlos y Doña Sofía volvieron a Roma para conocer a Juan Pablo II, el Papa con el que los Reyes han mantenido una relación más duradera y estrecha de todos los que han conocido.
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