Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 14 de noviembre? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

Desde el periódico LA RAZÓN destacamos a San José Pignatelli, restaurador de la orden de los jesuitas

Retrato de San José Pignatelli, restaurador de la Orden de Jesuítas
Retrato de San José Pignatelli, restaurador de la Orden de Jesuítaswikimedia.commons

El santoral católico es una lista de santos y beatos que la Iglesia católica conmemora oficialmente en diferentes fechas a lo largo del año. Cada día del calendario litúrgico está vinculado a uno o varios santos, que son recordados en las misas y en las oraciones de los fieles. La tradición de celebrar la vida de los santos se remonta a los primeros siglos del cristianismo, cuando se comenzaron a venerar a los mártires y otros personajes considerados ejemplares por su vida y su testimonio de fe.

En el santoral de hoy, martes 14 de noviembre, se conmemoran a varios santos y santas que han dejado una huella en la historia de la cristiandad, entre los que podemos destacar a San Adeltrudis, San Alberico, San Andrónico, San Antigio, San Dubricio de Bardsey, San Esteban Teodoro Cuénot, San Hipacio de Gangres, San Jocundo, San Juan de Traú, San Lorenzo O´Toole, San Rufo de Aviñón, San Serapión, San Siardo de Mariëngaarde, San Teodoto de Heraclea, Santa Trahamunda de Pontevedra, San Venerando de Troyes, San Vitón, Beato Juan de Licio y Beato Juan de Tufaria.

Pero desde el periódico LA RAZÓN destacamos a San José Pignatelli.

¿Quién fue San José Pignatelli?

José María Pignatelli nació en Zaragoza, España, en 1737. Proveniente de una familia de ascendencia italiana. Concretamente, era hijo de Antonio Pignatelli de Aragón, príncipe del Sacro Imperio Romano Germánico. Se incorporó a la Compañía de Jesús y se consagró inicialmente a impartir catequesis a infantes y prisioneros. Sin embargo, un edicto de Carlos III del 1767 estableció la expulsión de los Jesuitas de los territorios españoles en la Península Ibérica, en América y en Filipinas.

Tanto a José como a su hermano -igualmente jesuita- se les propuso permanecer en territorio español, a condición de que renunciaran a la Orden. Sin embargo, los hermanos declinaron dicha oferta, optando por su exilio y expulsión a la isla de Córcega, donde permanecieron durante algún tiempo, hasta que las fuerzas francesas invadieron la isla. Por lo que ambos fueron nuevamente desterrados. En 1773, el Papa Clemente XIV, bajo la presión de la monarquía borbónica y sus aliados europeos, promulgó un decreto suprimiendo a la Compañía de Jesús.

Como resultado, aproximadamente 23 mil jesuitas fueron obligados a evacuar sus respectivos conventos y monasterios en todo el mundo. San José Pignatelli, junto con sus compañeros, acataron la orden pontificia y durante las siguientes dos décadas tuvieron que subsistir en la clandestinidad. No obstante, el santo nunca se rindió. Y con la venia del Papa Pío VI, comenzó a reestructurar la Compañía en Italia, aunque de forma lenta y secreta.

San José María Pignatelli trabajó incansablemente, con el objetivo de fortalecer la Compañía de Jesús. Gracias a sus esfuerzos, en 1804, el reino de Nápoles accedió a permitir el regreso de los jesuitas que habían sido expulsados. Poco después, Pignatelli, con el apoyo de varias familias europeas, logró reabrir varios conventos jesuitas en Roma, Palermo, Orvieto y Cerdeña. En 1811, unos meses después de obtener la aprobación del Papa para la reactivación de la Compañía de Jesús, Pignatelli falleció. Finalmente, el 7 de agosto de 1814, el Papa Pío XI decretó la restitución de la Compañía de Jesús en todo el mundo.