¿Qué santo se celebra hoy, 21 de diciembre? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

El santoral católico recoge los nombres de los santos que la Iglesia celebra en días específicos. Cada día del calendario litúrgico está vinculado a uno o más santos, que se recuerdan en las misas y en las oraciones. Esta tradición, que se remonta a los primeros siglos del cristianismo, es más que un simple recordatorio. Es un momento de reflexión y conexión con los valores que estos personajes representan.

Los santos, con sus vidas y actos, nos enseñan cómo mantenernos fieles a nuestros principios, incluso en tiempos difíciles. El santoral es también un recurso valioso para profundizar en la historia de la Iglesia y encontrar inspiración en las enseñanzas de los santos. Al conectar con estos personajes históricos, los fieles pueden encontrar guía para sus propias vidas y honrar el legado de estos individuos ejemplares.

En el santoral de hoy, 21 de diciembre, se conmemoran a varios santos y santas que han dejado una huella en la historia de la cristiandad, entre los que podemos destacar a San Anastasio mártir, San Festo, San Glicerio, San Miqueas profeta, San Severino obispo, San Temístocles, Beato Domingo Spadafora y Beato Pedro Friedhofen. Desde el periódico LA RAZÓN destacamos a San Pedro Canisio.

¿Quién fue San Pedro Canisio?

San Pedro Canisio nació en 1521 en Nimega, Países Bajos. Tras estudiar en Colonia, Alemania, sintiéndose llamado a la vida religiosa, se unió a la Compañía de Jesús. Conocido por su amable y profundo discurso, Canisio fue una figura clave en el debate religioso de su tiempo, destacándose por su capacidad para defender la doctrina católica durante la revuelta protestante.

A lo largo de su vida, Canisio viajó extensivamente, difundiendo las enseñanzas católicas y redactando catecismos que se tradujeron a numerosos idiomas. Fundó colegios católicos y promovió la formación de nuevos seminarios, contribuyendo significativamente a la educación y la formación sacerdotal.

Canisio participó en el Concilio de Trento y fue un ferviente defensor de la lectura y la educación. De hecho, es a él a quien debemos la inclusión de la frase "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores" en el Avemaría. Murió el 21 de diciembre de 1597. Sus últimas palabras fueron para la Virgen María, a quien consideraba su guía.