Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 22 de enero? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

El santoral puede ser un recurso valioso para profundizar en la historia de la Iglesia y el cristianismo

San Vicente mártir
San Vicente mártirLa Razón

El santoral católico, que celebra a los santos y beatos en días específicos del año, es una tradición que se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Estas celebraciones son momentos de reflexión y conexión con los principios y valores que estos personajes representan. Además, el santoral puede ser un recurso valioso para profundizar en la historia de la Iglesia y el cristianismo, y para encontrar inspiración en la vida y las enseñanzas de los santos.

El 22 de enero, en el santoral, se conmemora a varios santos y santas que han dejado huella en la historia de la cristiandad. Entre ellos se encuentran San Anastasio, monje y mártir, San Bernardo, Santo Domingo, San Gaudencio, San Mateo Alonso Leciana, San Valerio, obispo, San Vicente Pallotti, Beato Antonio della Chiesa, San Francisco Gil de Frederic, Beato Guillermo José Chaminade, Beato Guillermo Patenson, Beato José Nascimbene, Beata Laura Vicuña, Beato Ladislao Batthyány-Strattmann y Beata María Mancini. Desde el periódico LA RAZÓN, destacamos a San Vicente mártir, patrón de Valencia.

¿Quién fue San Vicente?

San Vicente, nacido en Huesca, sufrió su martirio en Valencia en el año 304. Su captura, tortura y muerte tuvieron lugar durante el reinado de Diocleciano, un hecho que le ha otorgado un lugar de honor en la historia de la Iglesia. La tradición nos cuenta que Vicente asumió la tarea de predicar la fe a causa de un problema de habla que afectaba al obispo Valero.

En el año 303, Vicente y Valero fueron aprehendidos por orden del gobernador Publio Daciano y llevados a Valencia. Valero fue condenado al exilio, mientras que Vicente fue sometido al martirio. Su muerte ocurrió en una fecha imprecisa, aunque la tradición asigna el 22 de enero, día en que se celebra su festividad, en el año 304 o 305. Según las leyendas, su actitud ante la muerte y su fe fue tan impresionante que logró convertir a su verdugo antes de su muerte.

La pasión de San Vicente quedó regitrada en Peristephanon, una oda esrita en el siglo IV por el poeta prudencio en honor a los mártires. Según relata el autor, el martir fue colocado en una cruz en forma de aspa y, posteriormente, le rompieron los huesos. Después sufrió los azotes y los cortes de garfios de acero. A continuación, fue desollado y, por último, fue arrojado a una parrilla en ascuas. Su muerte, sin embargo, llegaría poco después de ser arrojado a una mazmorra.

El poema continúa describiendo que, para garantizar la eliminación del cuerpo, Daciano ordenó que se lanzara al mar, envuelto en piel de animal, junto con una piedra de molino. Sin embargo, el cuerpo fue devuelto a la orilla, donde fue recogido y oculto por la comunidad cristiana en el lugar que más tarde se convirtió en una ermita, hoy conocida como la parroquia de San Vicente Mártir en Benimámet.