Afganistán

Una de cada tres personas en el mundo vive en un país sin libertad religiosa

Un informe denuncia que uno de cada cinco países en el mundo ha sufrido ataques islamistas radicales.

La libertad religiosa en el mundo
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Un informe denuncia que uno de cada cinco países en el mundo ha sufrido ataques islamistas radicales y califica de «genocidio» las matanzas llevadas a cabo por el autoproclamado Estado Islámico en Siria e Irak.

Una de cada tres personas en el mundo vive en un país sin libertad religiosa y 38 países sufren persecución o discriminación, según revela el Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2016, elaborado por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada.

El estudio analiza la situación de la libertad religiosa en los 196 países que existen y constata que, durante el periodo analizado –desde junio de 2014 hasta el mismo mes de 2016–, el 20% de los países han sido escenario de «graves ataques» a la libertad religiosa.

En concreto, pone de manifiesto que 38 países padecen estas violaciones, de entre los cuales 23 sufren persecuciones –esto es que «existe una campaña activa para exterminar, expulsar o someter a un determinado grupo religioso»– y 15, discriminación derivada de la aplicación de leyes que marginan a los fieles de una religión. Pertenecen al primer grupo de países, aquellos cuyos habitantes son perseguidos por profesar una determinada creencia, entre otros, Afganistán, Arabia Saudí, Corea del Norte, China, Irak, Kenia, Libia, Nigeria, Siria y Somalia. Mientras, entre los discriminatorios, se encuentran Argelia, Egipto, Irán, Kazajastán, Maldivas, Qatar, Turquía, Ucrania y Vietnam.

En cualquier caso, de los datos se desprende que en la mitad de estos 38 países la situación se ha mantenido estable en los últimos dos años y en un 8% incluso ha mejorado. El informe señala además que los gobiernos no son los principales responsables de la persecución, sino agentes no estatales como organizaciones terroristas o fundamentalistas. Precisamente, el informe denuncia que uno de cada cinco países en el mundo ha sufrido ataques islamistas radicales y califica de «genocidio» las matanzas llevadas a cabo por el autoproclamado Estado Islámico en Siria e Irak. «Desde 2014 estamos asistiendo a un nuevo fenómeno de violencia sin precedentes calificado como hiperextremismo islamista», advierten los autores. En Occidente, añaden, este «hiper- extremismo» corre el riesgo de desestabilizar el tejido social, pues algunos países que han sido víctimas de ataques de fanáticos asisten ahora al auge de «grupos populistas», así como al surgimiento de «discriminación y violencia». Asimismo, precisa que el cristianismo es la religión más perseguida del mundo y que 334 millones de cristianos viven aún hoy en alguno de estos 38 países.