Coronavirus

Las UCIS están al 98% de capacidad y aún no pueden apoyarse en Ifema

Los médicos piden derivar pacientes a otras ciudades Las camas de críticos del recinto ferial carecen todavía de respiradores y especialistas

El parte que arrojan los hospitales en la guerra contra el coronavirus vuelve a ser, un día más, desolador. Las unidades de cuidados intensivos (UCIS) de Madrid que tratan de salvar la vida a los enfermos en estado grave siguen sumando nuevos ingresos pese a encontrarse al borde de su capacidad. Si ésta llegaba al 95% el viernes, ayer alcanzaba el 98,2%.

Las camas de críticos instaladas en Ifema paliarán en alguna medida la situación si los responsables de este hospital de campaña son capaces de encontrar monitores, respiradores y personal cualificado, sobre todo enfermeras de UCI, de las que apenas quedan por el alto porcentaje de infecciones que han sufrido desde que estalló la pandemia.

Ayer por la tarde, esta circunstancia no había podido solventarse y fue imposible el traslado de enfermos graves desde los hospitales hasta el recinto ferial, según fuentes sanitarias. En total, las UCIS de Madrid atendían ayer por la mañana a 1.357 pacientes de alto riesgo, de acuerdo con los datos en poder de los intensivistas, 45 más que el viernes, cuando se contabilizaron 1.312. El 94,5% de estos enfermos estaban intubados, aunque fuentes sanitarias aseguran que son necesarios muchos más respiradores. Respiradores que no llegan del Ministerio de Sanidad, que ha aportado cero a la comunidad desde el inicio de la crisis y que sólo ha ofrecido 19 inservibles.

Los datos en poder de LA RAZÓN revelan que la mortalidad en UCI alcanza ya el 17,46%, frente al 16,69% del viernes, y amenaza con crecer aún más debido al estado de suma gravedad que atraviesan algunos enfermos. Las altas por mejoría, por su parte, han crecido, hasta cifrarse en un 11,93%, un dato esperanzador pero que apenas sirve ante la avalancha de enfermos en muy mal estado que esperan en las plantas de los hospitales a encontrar un hueco en las abarrotadas unidades de críticos. La situación es tan grave, y la saturación y la falta de materiales tan intensos, que los especialistas están pidiendo el traslado de pacientes a ciudades próximas como Ávila, Segovia o Toledo, mucho menos afectadas hasta ahora por la pandemia. Los médicos temen que las reclamaciones judiciales caigan sobre ellos pese a que carecen de respiradores y otros medios. «Nadie va a entender que con camas de UCI libres a 90 kilómetros de distancia en Madrid se muera gente joven porque no podamos intubarla», asegura uno de ellos.Por hospitales, las cifras siguen siendo mareantes.

El Gregorio Marañón sigue a la cabeza en el número de ingresados graves, con 105, 98 de ellos con respiración asistida. Se ha convertido en un «hospital Covid» pues la práctica totalidad de las camas de hospitalización se usa para estos enfermos. Le siguen el Ramón y Cajal, otro «hospital Covid», con 99 infectados críticos, 93 de ellos intubados, y 21 altas contabilizadas; el Hospital La Paz, con 91 pacientes de alto riesgo, 83 con respirador, y 14 altas; el Doce de Octubre, con 81 infectados de los que sólo uno no está intubado, y el Clínico San Carlos, con 71 ingresados en UCI, 65 con respiración asistida. La pandemia sigue golpeando también a los hospitales periféricos. El Severo Ochoa de Leganés, contabilizaba 29 pacientes muy graves, 27 con respirador.