Salud

«El enfado de los sanitarios merece todo mi respeto»

José Martínez Olmos, ex secretario general de Sanidad, publica “El ladrón de nuestras vidas: Covid-19, las claves de la pandemia”

José Martínez Olmos, ex secretario general de Sanidad
José Martínez Olmos, ex secretario general de SanidadPSOEPSOE

-Usted fue secretario general de Sanidad en casi todos los gobiernos de Zapatero y se enfrentó con éxito a varias crisis graves de salud pública. ¿Cuál fue la peor?

-La peor situación que yo viví fue la pandemia por la Gripe A que nos llevó a movilizar todas nuestras capacidades sanitarias, tanto las del Gobierno de España, como las de las comunidades.

-¿Hay mucha diferencia con la del Covid-19?

-Sin duda. Esta pandemia está causada por un virus asesino que ha sido capaz de ocultarse en un gran porcentaje de pacientes asintomáticos, haciéndose así más invisible y dañino. Además, los fallecidos en todo el mundo han superado a los causados por el virus de la Gripe A. Y el daño a la economía mundial ha sido y será inmenso, algo que no pasó con aquella pandemia.

-¿Qué mensaje pretende transmitir con su nuevo libro «El ladrón de nuestras vidas. Covid-19: las claves de la pandemia»?

-Es un análisis que pone de manifiesto la complejidad de esta pandemia y la necesidad de sacar lecciones que permitan aprender cómo afrontar las futuras, algo que muy probablemente volvamos a vivir. Se necesitan nuevas herramientas y capacidades para afrontar estas situaciones evitando los errores cometidos en la OMS y en la UE. Propongo un gran acuerdo sobre nuestro sistema sanitario que debe reconstruirse y también, reforzar sus capacidades de salud pública y de protección.

-¿Por qué ha robado esta enfermedad más vidas en España que en la mayor parte de los países del mundo?

-No todos los países están reportando los datos con idénticos criterios y esto es clave. Para comparar adecuadamente la letalidad de la Covid-19 se necesita tiempo para saber cuántos fallecidos y cuántos infectados ha habido en cada país y si se han reportado con idénticos criterios. La OMS deberá hacer esta tarea con los gobiernos y otros organismos técnicos. Por eso, hoy, nadie puede asegurar cuántas vidas se han perdido realmente, ni cuál es el país que más vidas ha perdido. Eso sí, el daño ha sido inmenso.

-¿Qué medidas habría tomado usted en la primera semana de marzo si hubiera sido secretario general o ministro?

-No estaba con ninguna de esas responsabilidades y me falta información. Pero no creo que ningún otro en la misma situación hubiera adoptado decisiones diferentes; en la decena de Consejos Interterritoriales celebrados en febrero y hasta el 14 de marzo, el ministro y los consejeros de salud adoptaron decisiones unánimes en base a los informes provenientes de la OMS y del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). Hasta el 14 de marzo, las medidas y las respuestas del SNS fueron unánimes de todas las autoridades sanitarias del país.

-¿Habría permitido actos políticos, eventos deportivos y concentraciones como las del 8-M si hubiera ocupado algún alto cargo en el Ministerio?

-Esta es una de las cuestiones que se abordan en el libro, aunque los análisis a posteriori, sirven de poco. En base a la información que manejaban en el Consejo Interterritorial ninguno de sus miembros hizo ninguna propuesta para prohibir esos eventos o la movilidad de la población en transporte público en la decena de reuniones citadas. Seguro que, en esos momentos, con la información que manejaban, los miembros del Consejo no veían necesario el confinamiento que decretó el Gobierno el 14 de marzo. Las decisiones adoptadas antes de esa fecha tienen una responsabilidad claramente compartida de todas las administraciones, que nadie puede eludir.

-Julián García Vargas dijo que España se encuentra en una segunda división en lo que a la reacción contra la pandemia se refiere. ¿Está de acuerdo?

-Yo no lo veo así. Son raras excepciones los países que no han visto desbordados sus servicios sanitarios por esta pandemia, como consecuencia de la dificultad general de detectar la dimensión real de la misma. La OMS o el ECDC minimizaron el riesgo en las primeras semanas y eso es algo que no se debe volver a repetir porque ello condicionó la respuesta de los Gobiernos nacionales y regionales en muchos países.

-Usted ha hablado varias veces con Salvador Illa por teléfono desde el comienzo de la crisis. ¿Qué le ha aconsejado?

-Sólo he hablado con el ministro una vez. No soy nadie para dar consejos porque cada etapa y cada alerta sanitaria es diferente. Hay que ser muy respetuoso y he procurado serlo.

-¿Qué recomendaciones de su libro debería seguir el ministro?

-Lo que nos está pasando en el mundo es de una magnitud inédita. Las incertidumbres son muchas en lo relativo a la Covid-19 y en lo económico. No creo que nadie tenga la receta mágica. Por eso, la mejor recomendación es que lo que hagamos sea fruto de un gran acuerdo político, profesional y ciudadano.

-¿Tienen razón los sanitarios en estar enfadados con el Gobierno?

-Los sanitarios han sido uno de los colectivos que más han sufrido las consecuencias de este coronavirus y prueba de ello es el número de sanitarios que se han contagiado e incluso, han perdido la vida. Su profesionalidad, su generosidad y entrega han sido reconocidas por la ciudadanía con los aplausos a las 20 h en los balcones de España. Cualquier profesional que esté enfadado por esta afectación merece mi respeto. Esté enfadado con el Gobierno, con su consejero o consejera, con su gerente o director o con todos a la vez. España y Europa deberían asegurar una reserva estratégica de materiales de protección a sanitarios y de equipamientos médicos para incrementar unidades de cuidados intensivos y otros materiales, para situaciones como esta. Yo lo veo así desde que tuve que afrontar la pandemia de la gripe A.

-Usted tiene muchos años de experiencia en la gestión sanitaria. ¿Conocía a alguno de los intermediarios a los que ha acudido el Ministerio para realizar compras de material?

-No conozco ese ámbito de la gestión y no puedo opinar.

-¿Hubiera comprado usted respiradores destinados a la apnea del sueño para su uso en las UCIS, como hizo el Gobierno con mil equipos, por los que pagó un millón de euros?

-No tengo conocimientos para responder. La gestión de compras del Gobierno o de las comunidades autónomas no puedo juzgarla por falta de conocimientos.

-¿Quién es el responsable de lo que ha ocurrido en las residencias de ancianos?

-El impacto de la pandemia en las residencias pone de manifiesto un serio problema de modelo de residencias que no es capaz de asegurar la protección de la salud de nuestros mayores; algo que debe ser resuelto cambiando ese modelo y dotándolo con más y mejores recursos para esa protección. Las residencias deberían depender de Sanidad o, al menos, tener su tutela. Pero dicho esto, la gestión de la pandemia en las residencias merece un análisis profundo sobre el que hay pedir responsabilidades a las comunidades autónomas.

-¿Cree que habría que hacer test masivos a la población?

-Soy partidario de aplicar test con criterios de prioridad de Salud Pública: a profesionales sanitarios y de servicios esenciales, a población vulnerable (por ejemplo personas mayores en residencias y en sus domicilios), a todos los pacientes sospechosos de la enfermedad con o sin síntomas y a sus contactos en los términos que establecen los protocolos de las autoridades sanitarias. Ahora eso es lo más eficaz y lo más útil.

-¿Qué científicos están asesorando al Gobierno?

-Conozco los nombres que se dieron a conocer por el Gobierno en Prensa el pasado 21 de marzo. Ahí hay muy buenos expertos que seguro que cualquier Gobierno habría contado también con ellos, porque afortunadamente tenemos de los mejores en todos los campos en España.

-¿Considera razonable adoptar decisiones de gran calado social sin proporcionar informes técnicos por escrito y firmados por expertos que lo justifiquen?

-Los informes técnicos de Salud Pública que conllevan decisiones deben estar avalados y firmados por los responsables institucionales y entiendo que así es, tanto en el caso de las comunidades como del Gobierno. En cada caso, administración central y autonómica, estoy seguro de que se elaboran con los funcionarios expertos de sus unidades administrativas. Es lo obligado.

-¿Teme un repunte en otoño?

-Temo al virus y creo que no hay que bajar la guardia ni ahora ni en otoño ni en invierno, hasta que no tengamos vacuna o tratamiento eficaz. Cualquier repunte es posible y hay que estar preparados. No podemos fiarnos de este virus.