Ministerio de Sanidad
Illa premia ahora a Simón con la presidencia de un tribunal de oposiciones
Tres meses después de nombrarle subdirector general le coloca como máximo examinador suplente para el Cuerpo de Médicos Titulares
El ascenso de Fernando Simón dentro del Ministerio de Sanidad parece imparable pese a cometer fallos clamorosos en las predicciones que han pasado a la posteridad. Antes de estallar la pandemia, el portavoz científico del Gobierno en la crisis del coronavirus aseguró, por ejemplo, que España no iba a tener, como mucho «más allá de algún caso diagnosticado». También aseguró que «esto es una enfermedad, pero eso no implica que sea una enfermedad excepcional que tenga que preocupar de forma exagerada a la población», y avaló la asistencia a las concentraciones del 8 de marzo.
A pesar de ello, Salvador Illa le ascendió el 12 de marzo, en plena escalada de casos de coronavirus, al convertir en Subdirección General el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias (CCAES) que él dirigía. En medio de fuertes rumores entre los funcionarios del Ministerio, que le sitúan como número 2 de este departamento –con rango de secretario general o de secretario de Estado– en una posible reorganización ministerial, Illa le ha vuelto a recompensar por su papel durante la pandemia al situarle como presidente de un tribunal de oposiciones para el ingreso, por el sistema general de acceso libre, en el Cuerpo de Médicos Titulares.
Se trata del mismo cuerpo en el que él desembarcó en unas oposiciones convocadas en el primer Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Tal y como informó este periódico, el hombre que despierta hoy la «admiración» del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, logró a través de ellas su plaza de funcionario en 2006, ocupando el quinto lugar entre los 18 aspirantes. La convocatoria en la que Simón será presidente del tribunal se publicó el pasado martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y los aspirantes tendrán que examinarse de numerosas materias en las que el todavía subdirector general no parece haber mostrado una pericia extrema durante la crisis. España es en estos momentos el tercer país del mundo en número de muertes por cada millón de habitantes, sólo por detrás de Bélgica y Reino Unido. Si se contabilizaran los fallecidos detectados por el Instituto Nacional de Estadística España (INE) tendría el triste honor de ocupar el primer lugar.
Además de materias constitucionales, los opositores a los que examinará deberán acreditar conocimientos en políticas sociales, la Ley de Contratos del Sector Público, la Ley General de Sanidad, la Sanidad Exterior y otras materias más específicas que se encuadran dentro de la epidemiología y la salud pública en las que el CCAES, la Dirección General de Salud Pública y el propio Ministerio no han estado especialmente avezados. Entre ellas figuran la metodología de la información epidemiológica, la vigilancia de la salud pública, la planificación sanitaria, la epidemiología general de las enfermedades transmisibles, la vigilancia y respuesta de salud pública en el tráfico internacional de personas en el ámbito del Reglamento Internacional de 2005, la vigilancia y control sanitario de instalaciones portuarias y aeroportuarias, y el control vectorial en puertos y aeropuertos.
Simón también tendrá que evaluar la pericia de los aspirantes en el conocimiento sobre la «calidad asistencial», y en enfermedades como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), el Virus del Zika o las infecciones neumocócicas. El BOE especifica que será el presidente del Tribunal Suplente, contando como vocal con algún técnico del CCAES que le ayudaron a elaborar los informes que alertaban del riesgo del nuevo coronavirus de China.
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