Cáncer de próstata

El 90% de los tumores prostáticos se diagnostica de forma precoz

Realizar revisiones periódicas permite detectar el cáncer en su primer estadio, lo que eleva la posibilidad de convertir la enfermedad en crónica

Detalle de un tumor de próstata
Detalle de un tumor de próstataFreelanceFreelance

Noviembre ha sido el mes de la salud masculina, porque todavía resulta necesario concienciar a los varones de la necesidad de revisar su salud anualmente. De entre todos los problemas a los que se enfrentan los hombres en su historial médico, el cáncer de próstata es, probablemente, el más crucial. De hecho, se trata del carcinoma «más prevalente del varón y, además, no solo con diferencia porcentual respecto a otros, sino que con el paso de los años lo seguirá siendo más y por mucho tiempo», advierte Joaquín Carballido, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) y catedrático de Urología en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid.

Según los datos actualizados, el número de casos nuevos diagnosticados de cáncer de próstata en nuestro país durante el último año fue de 35.146, una cifra que lo sitúa como el tumor más frecuente de todas las localizaciones tumorales posibles y el tercero en cuanto a tasas de mortalidad en varones.

Sin embargo, a pesar de estas cifras, el cáncer de próstata va acompañado de un halo de esperanza muy robusto para los pacientes, gracias a un condicionante decisivo: el diagnóstico precoz. «Los cánceres de próstata se diagnostican actualmente, y por fortuna, en el 90% de los casos en nuestro medio en estadios precoces, dicho de otra manera, en sus fases iniciales, lo cual supone un reto para su diagnóstico precoz», afirma el doctor Carballido, quien insiste en que «esta circunstancia justifica toda la enorme atención asistencial del quehacer diario del urólogo y resto de especialistas implicados en esta tarea de desenmascarar al cáncer de próstata precozmente».

Acudir a revisiones periódicas

Para lograrlo, un ingrediente imprescindible es que el hombre acuda a sus revisiones periódicas, un requisito que no siempre se cumple, tal y como recuerda Marcos Martínez, gerente del Grupo Español de Pacientes con Cáncer, quien lamentó en una entrevista en «Julia en la onda» el pasado miércoles que «la pandemia ha hecho que muchos pacientes no acudan al médico y que se produzcan retrasos en el diagnóstico del cáncer, lo que se traduce en que haya un peor pronóstico para ellos». En este sentido, Carballido apunta que «en el caso concreto del cáncer de próstata, los retrasos en algunas citas, técnicas diagnósticas e indicación de biopsias casi con toda seguridad han tenido una influencia mínima sobre la evolución global de la enfermedad, toda vez que por el comportamiento clínico de este tumor y su conocida latencia en muchos de los casos, proporciona unos márgenes de actuación relativamente seguros y en la mayoría de los casos subsanables».

Por ello, tanto durante la pandemia de la Covid-19 como cuando todo esto pase, resulta imprescindible que los varones realicen revisiones periódicas «a partir de los 40 años, ya que una detección precoz va a permitir un tratamiento y un resultado más positivo», recuerda Martínez, quien insiste en que «hay que perder el miedo a visitar al urólogo y dejar de lado ese tabú. Debemos hablar de esta enfermedad con normalidad, pues vamos a seguir siendo igual de hombres».

Altas posibilidades de curación

Así, cuando el problema se diagnostica a tiempo, el abanico de posibilidades que se abre resulta muy amplio e «incluye la cirugía radical, la radioterapia y la hormonoterapia, todas ellas con diferentes modalidades y siempre indicadas conforme al momento evolutivo de la enfermedad. Otras opciones contemplan la vigilancia activa y la terapia focal ablativa cuando la patología está localizada, y la quimioterapia y otras opciones dirigidas al tratamiento de la enfermad ósea cuando está más avanzada», explica Carballido.

Con un buen diagnóstico y tratamiento, la mayoría de estos pacientes tiene larga supervivencia y convive con la enfermedad con carácter crónico. Parte de ese éxito está en los avances terapéuticos que se han impuesto en los últimos años. «Destacan sobremanera el perfeccionamiento de la cirugía radical incluyendo la cirugía laparoscópica robótica, los avances en las técnicas de radioterapia externa con intensidad modulada IMRT como forma avanzada de 3D-CRT y la SBRT o la expansión de la hormonoterapia con la aparición de la moderna hormonoterapia con fármacos antagonistas del receptor androgénico. Opciones, todas ellas, que adecuadamente indicadas han contribuido a mejorar la cantidad y la calidad de vida de los pacientes con cáncer de próstata», concluye Carballido.