Coronavirus
La farmacia humanitaria da un paso al frente
Farmacéuticos Sin Fronteras defiende que estas ONG no pueden quedar al margen de los fondos de recuperación
«Nuestro papel se ha revelado esencial en España durante la pandemia, dado el colapso que el Sistema de Salud experimentó en pocas semanas. Se produjo a pesar de que nuestro sistema es uno de los más seguros y robustos del mundo, y el Tercer Sector se ha visto obligado a ejercer un liderazgo nunca antes conocido», asegura Raquel Sánchez, asesora jurídica de Farmacéuticos sin Fronteras de España (FSFE), ONG que fue elegida por la Federación Internacional de Farmacéuticos (FIP, por sus siglas en inglés) para ofrecer el testimonio de España es su último encuentro junto a otras tres del movimiento «sin fronteras» de Argentina, Canadá, Alemania para ofrecer su particular visión de la gestión de la pandemia por parte de estas organizaciones.
«Cuando comenzó la actual crisis sanitaria, nos vimos obligados a actuar con rapidez, sin posibilidades de planificación, “reinventando” nuestros programas de formación y cooperación, pero siempre desde una clara vocación de servicio y un estricto respeto a nuestra propia misión y a las competencias y habilidades profesionales que las leyes atribuyen a los farmacéuticos», continúa.
Sin embargo, pese a todo, considera que esto ha sido «positivo» pues, asegura, «nos ha servido para poner sobre la mesa problemas que no se habían visto de forma tan acuciante». Así, FSFE, que está presidida por Antonio Rabasco y cuenta con Ángel Huélamo como director, ha impulsado acciones de refuerzo en su web, de aprovisionamiento y entrega de medicamentos y productos sanitarios, de reclutamiento de voluntariado, de formación e información, de acercamiento a los pacientes, de solidaridad, pero también de auténtica gestión. En estos planes de actuación también han reforzado su plataforma de formación web sobre la Covid-19, a la que se han unido profesionales de otros países, como El Salvador.
«Gracias al hecho de que esta ONG actúe en emergencia sanitaria hemos estado sobradamente preparados cuando ha sobrevenido esta situación, aunque no ha habido tiempo de replantear las estrategias», apunta la abogada de FSFE.
Desafío
«El hecho es que FSFE, y el resto de ONG farmacéuticas españolas, han dado una óptima respuesta colectiva al extraordinario desafío de la pandemia», cuenta Sánchez. Por ello, en el mismo encuentro defendió que las ONG farmacéuticas no pueden quedar al margen del nuevo marco financiero ni de los fondos de recuperación, ya que «su supervivencia está en juego, y con ella la de la cohesión social, la equidad en salud, el desarrollo económico y la propia construcción de una nueva Europa –lamenta Sánchez–. Hemos tenido que tirar de recursos propios, suerte que esta Navidad nos tocó la lotería».
«Hemos demostrado que somos estructuras ágiles, preparadas para gestionar eficientemente los recursos que se nos confían y para realizar funciones de interés general, supliendo o cubriendo muchas veces el papel que los gobiernos y sus sistemas socio-sanitarios no son capaces de desarrollar –apunta–. La Farmacia Humanitaria y de Emergencia es clave para intensificar la colaboración y el trabajo en equipo. Ofrecemos “unidad de acción”, cambio, innovación, modernización y vigor. Estamos cerca de las personas y de sus problemas y necesidades reales».
«Los ya anunciados nuevos fondos y recursos son ahora esenciales para aumentar nuestra visibilidad, también. Sólo así podremos aliviar en gran medida la carga que el Estado tiene sobre sí para reactivar la economía y su propio funcionamiento», concluye Sánchez.
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