Enfermedad
Leucemia: ¿qué es? ¿cuáles son los síntomas? ¿qué tipos de leucemia existen? ¿cuáles son los tratamientos?
La leucemia es un cáncer de las células sanguíneas formadas en la médula ósea, que reemplazan a las células sanguíneas sanas y dificultan que la sangre cumpla su función
La leucemia es un cáncer específico de la sangre y la médula ósea. En términos simples, el cáncer se define como el crecimiento descontrolado de células anormales. Asimismo, puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo. En la leucemia, este crecimiento rápido y descontrolado de células anormales tiene lugar en la médula ósea de los huesos. Estas células anormales son vertidas en el torrente sanguíneo y, a diferencia de otros tipos de cáncer, por lo general no se convierte en una masa (tumor) que se pueda ver a través de radiografías. Existen muchos tipos de leucemia, algunos son más comunes en niños, mientras que otros son más comunes en adultos. Por último, el tratamiento depende del tipo de leucemia que tenga además de otros factores como la edad o el estado de salud del paciente.
¿Qué es?
La leucemia es un cáncer de las células sanguíneas, que afecta en mayor medida a los glóbulos blancos. Las células sanguíneas se forman en la médula ósea, sin embargo, en la leucemia la médula ósea produce glóbulos blancos anormales. Estas células reemplazan a las células sanguíneas sanas y dificultan que la sangre cumpla su función.
La médula ósea es el tejido suave y esponjoso en la cavidad central de todos los huesos. Es un espacio limitado donde se fabrican los diferentes tipos de células sanguíneas y donde se suministran nutrientes y otros recursos para ayudar a estas células a crecer. Cada día se producen cientos de miles de millones de células sanguíneas nuevas en la médula ósea, lo que proporciona al cuerpo un suministroconstante de células frescas y saludables, manteniendo así el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.
Síntomas
Debido a los diferentes tipos de leucemia, existe una gran variedad de síntomas que pueden causar diferentes problemas. Además, es posible que no aparezca ningún signo de la enfermedad en las primeras etapas de algunas de sus formas. Generalmente, los síntomas pueden incluir:
- Sensación de debilidad o fatiga.
- Moretones o facilidad de sangrado.
- Fiebre o escalofríos.
- Infecciones graves que pueden reaparecer en varias ocasiones.
- Dolor en los huesos o articulaciones, dolores de cabeza, vómitos y convulsiones.
- Pérdida de peso.
- Sudores nocturnos.
- Dificultad para respirar.
- Ganglios linfáticos inflamados u órganos como el bazo.
Tipos de Leucemia
Los médicos clasifican la leucemia según la rapidez con que empeora la enfermedad y el tipo de glóbulo involucrado.
Por velocidad de desarrollo de la enfermedad:
- Leucemia aguda: Las células leucémicas se dividen rápidamente y la enfermedad progresa rápidamente. Si padece leucemia aguda, los síntomas aparecerán a las pocas semanas de que se formen las células leucémicas. La leucemia aguda es el cáncer pediátrico más común.
- Leucemia crónica: A menudo, estas células leucémicas tienen características tanto de células inmaduras como de células maduras. La enfermedad generalmente empeora lentamente en comparación con la leucemia aguda. Por último, la leucemia crónica generalmente no presenta síntomas perceptibles durante años, siendo más común en adultos que en niños.
Por tipo de célula:
- Leucemia mieloide aguda (LMA): Este es el tipo más común de leucemia aguda. Es más frecuente en adultos (mayores de 65 años) y en hombres en comparación con las mujeres. En los Estados Unidos se diagnostican alrededor de 4,3 casos por cada 100.000 habitantes, o lo que es lo mismo, alrededor de 21.400 nuevos casos al año.
- Leucemia linfocítica aguda (LLA): es el tipo de leucemia más común en niños, adolescentes y adultos jóvenes, hasta los 39 años de edad. Alrededor del 54% de los casos ocurren en personas menores de 20 años. Por otro lado, es más común en personas de origen caucásico e hispano. Se diagnostican alrededor de 1,7 casos cada 100.000 hombres y mujeres o 5.900 casos nuevos al año.
- Leucemia mielógena crónica (LMC): esta leucemia es más común en adultos mayores de 65 años y en hombres. Rara vez ocurre en niños. En los Estados Unidos se diagnostican alrededor de 1,9 casos por cada 100.000 habitantes o 8.900 nuevos casos al año.
- Leucemia linfocítica crónica (LLC): es la leucemia crónica más frecuente en adultos (mayores de 65 años). Es más común en hombres que en mujeres y especialmente en hombres blancos. Aproximadamente 4,9 de cada 100.000 hombres y mujeres lo padecen, con una incidencia de 20.700 nuevos casos al año.
Además de estos cuatro tipos principales de leucemia, también existen varios subtipos. Entre ellos, la leucemia linfocítica incluye: células pilosas, macroglobulinemia de Waldenström, prolinfocítica y leucemia de células de linfoma. Entre los subtipos de leucemia mielógena se encuentran la leucemia mielógena, promielocítica, monocítica, eritroleucémica y megacariocítica.
Tratamiento
Los tratamientos para la leucemia dependen del tipo de leucemia que tenga, su edad, estado general de salud y propagación a otros órganos o tejidos. Las principales opciones son:
- Quimioterapia: La quimioterapia son sustancias químicas que se administran en forma de píldoras o a través de las vías intravenosas en forma de inyecciones, matando las células leucémicas o evitando que se dividan. Esta es la forma más común de tratamiento para la leucemia. La duración del tratamiento puede variar según el tipo de leucemia, desde seis meses hasta un tratamiento indefinido.
- Radioterapia: este tratamiento utiliza potentes rayos de energía para destruir las células leucémicas o evitar que crezcan al igual que la quimioterapia. La radiación se dirige a lugares concretos donde hay una acumulación de células cancerosas o, por el contrario, se puede administrar en todo el cuerpo como parte de un trasplante de células hematopoyéticas.
- Inmunoterapia: este tratamiento, también llamado terapia biológica, usa ciertos medicamentos para estimular el propio sistema inmunológico. Las inmunoterapias incluyen interferón, interleucinas y terapias con células CAR-T.
- Terapia dirigida: este tratamiento usa medicamentos que se enfocan en las características específicas de las células leucémicas. Las terapias dirigidas funcionan bloqueando la capacidad de las células leucémicas para multiplicarse y dividirse, cortando el suministro de sangre necesario para que las células vivan o eliminando las células directamente. La terapia dirigida tiene menos probabilidades de dañar las células normales.
- Trasplante de células hematopoyéticas (también conocido como trasplante de células madre o de médula ósea): este procedimiento reemplaza las células que han sido destruidas por la quimioterapia o la radioterapia con células hematopoyéticas nuevas y sanas. Estas células sanas se extraen antes de la exposición a la quimioterapia o la radioterapia, o de la sangre o la médula ósea de un donante y se infunden nuevamente en la sangre del paciente. Las células hematopoyéticas saludables crecen y se multiplican formando una nueva médula ósea. En el caso de que las células se extraigan de una persona diferente, el nuevo sistema inmunitario reconoce las células cancerosas como extrañas y las elimina de forma similar a otras inmunoterapias.