Covid-19

Sin antivirales pero atados a las mascarillas

Sánchez y su equipo han llegado tarde a todo: en la puesta en marcha de una Agencia de Salud Pública, en reforzar la red de vigilancia epidemiológica, en potenciar el Centro Nacional de Microbiología, en la compra de los nuevos antivirales

Vista general de una céntrica calle de Valencia repleta de viandantes con mascarilla
Vista general de una céntrica calle de Valencia repleta de viandantes con mascarillaBiel AliñoAgencia EFE

La ex ministra Ana Pastor no suele equivocarse nunca cuando habla sobre Sanidad. Esta semana, en sede parlamentaria, volvió a poner contra las cuerdas a Carolina Darias con una intervención irreprochable en la que destapó parte de las vergüenzas de la gestión del Gobierno durante la pandemia. Imposible decir más en menos tiempo. Pastor recordó que Pedro Sánchez y su equipo han llegado tarde a todo. Se demoraron injustificadamente, por ejemplo, en reaccionar frente a la primera ola. También lo hicieron al decretar el cierre y control de los aeropuertos, en la compra de material de protección, en dar la importancia que realmente tenían a las pruebas diagnósticas, en el control de las nuevas variantes, en la bajada del IVA de las mascarillas, en la fijación del precio de los test...

También está llegando tarde el Gobierno en la puesta en marcha de una Agencia de Salud Pública, en reforzar la red de vigilancia epidemiológica, en potenciar el Centro Nacional de Microbiología y en otro hecho escandaloso: la compra de los nuevos antiviralesy anticuerpos monoclonales que salvan vidas de los pacientes de alto riesgo que contraen la Covid-19.

Resulta que España se ha dormido en los laureles mientras otros países como Italia o Francia tomaban la delantera y se hacían con parte de las escasas reservas existentes y el resultado es que las terapias cuya compra prometió Pedro Sánchez para finales de enero no han llegado todavía a los hospitales, cuando ya está concluyendo la sexta ola. Pastor afeó también al Gobierno sus vaivenes con las mascarillas y su empeño en mantener la obligación de su uso en exteriores, sin ningún informe científico que justifique tal medida. Esta falta de respaldo científico ha sido una tónica del Gobierno en los dos años que llevamos de crisis de la Covid-19.