Salud
Así cambia el cuerpo con el paso del tiempo: trucos para evitar el envejecimiento rápido y conseguir la "eterna juventud"
La belleza no es eterna y nuestro organismo sufre alteraciones inevitables que se notan en nuestra piel y nuestro aspecto físico, y repercuten a nivel mental
Uno de los temores más extendidos entre la sociedad es el de envejecer. Algo inevitable, y que tristemente, afecta a nuestro cuerpo y nuestro aspecto. Lo notamos en arrugas, ojeras, piel más seca u otros cambios que no solo afectan físicamente, sino que nos puede repercutir a nivel mental. Y es que la belleza es perecedera y temporal, que no dura para siempre y los cambios pueden costar aceptarlos.
Con el paso del tiempo, vamos notando el envejecimiento poco a poco, ya que nuestro organismo sufre un deterioro importante e inevitable. Usar productos cosméticos y seguir diferentes pautas puede ayudar a ralentizar el proceso, pero no evitarlo. Y la presión por la imagen y cánones de belleza inducen a que cada vez haya más personas que sufren a nivel psicológico.
¿Por qué cambia el cuerpo y el envejecimiento es inevitable?
Los factores que influyen a los cambios y transformaciones son múltiples. Desde el crecimiento y el desarrollo hasta las hormonas. Aunque cada persona es única y los cambios pueden variar, afectan factores genéticos, ambientales, enfermedades y medicamentos que también pueden influir en los cambios que experimenta el cuerpo. Pero también influye el estilo de vida y los hábitos como la dieta, el ejercicio y el sueño, que pueden afectar al cuerpo y llevar a cambios en el peso, la composición corporal, la fuerza muscular y la salud en general.
Hasta cumplir la veintena, el cuerpo está en constante desarrollo y crecimiento, todo es progresión y no hay signos de deterioro. Una vez llegados los veinte, el cuerpo inicia un proceso adverso de regresión, cuyos primeros indicios se comienzan a dar muy sutilmente hasta los 30. No obstante, hay pequeñas zonas que pueden comenzar a mostrar signos de deterioro como las ojeras, los primeros michelines o descansar.
A partir de los treinta, el proceso de envejecimiento se activa y el cuerpo muestra ya claros signos de desgaste, que se plasman en la forma de la figura, en la piel, en el rostro y en el cabello. Es el momento en e que empiezan a aparecer las primeras canas debido a que el cuerpo disminuye la producción de melanina, y la falta de pigmentación también afecta a la piel, provocando la aparición de manchas con más facilidad. Además, aparecen las primeras transformaciones físicas, pues en los hombres surge un aumento de barriga, mientras que en las mujeres hay un ensanchamiento de caderas.
Y es, a partir de los cuarenta, cuando se intensifica todo lo anterior, ya que la acumulación de grasa cada vez es más real y el metabolismo se ralentiza. Además, es un periodo de cambios hormonales. Pero, a partir de los cincuenta, supone otra circunstancias, pues el cuerpo cada vez está más débil y segrega cada vez menos los nutrientes.
La alimentación equilibrada, hidratación adecuada y una actividad física regular, así como reducción del estrés, el uso protección solar y evitar el tabaco o consumo de alcohol son algunos trucos para retrasar el envejecimiento, pero este es un proceso natural y es importante aceptar los cambios que se producen.
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