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Salud

¿Es bueno dormir con la ventana abierta en verano, sí o no? Esto dicen los expertos

El verano anima a abrir la ventana para dejar entrar el aire por las noches, pero cerrarlas podría ser la opción más saludable durante las olas de calor según un estudio científico reciente

Dormir con la ventana abierta Freepik

Con la llegada del verano, las temperaturas se disparan, especialmente en España, donde esta estación suele traer jornadas intensas con las olas de calor. Aunque durante el día, la subida del mercurio puede sobrellevarse con más o menos dificultad, para muchos las noches se convierten en un verdadero suplicio: el ambiente dentro de casa es tan sofocante que conciliar el sueño resulta casi imposible.

En esas circunstancias, es habitual recurrir a todo tipo de trucos para refrescar el ambiente, y uno de los más comunes es abrir de par en par las ventanas con la esperanza de que entre algo de aire fresco por las noches. Sin embargo, aunque parezca una buena idea, dormir con las ventanas abiertas no siempre es tan beneficioso como creemos. De hecho, los expertos advierten que podría ser un error con consecuencias no tan evidentes.

¿Cuáles son los riesgos de abrir las ventanas por las noches?

Para lograr un buen descanso, se recomienda que la habitación esté a una temperatura fresca. La Universidad de Harvard llevó a cabo un estudio con personas de unos 60 años que determinó que la temperatura ideal está entre los 20 y los 23 grados Celsius. Esto facilita quedarse dormido y hace más agradable el momento de irse a la cama. Sin embargo, en verano no siempre es fácil conseguirlo, especialmente durante esas noches en las que las mínimas son altas, el calor persiste y ni siquiera la bajada del termómetro ofrece alivio. En esas circunstancias, lo más común es abrir la ventana con la esperanza de que la brisa nocturna alivie el bochorno.

Pero esta práctica podría no ser tan beneficiosa, ya que un estudio realizado por la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (Alemania), publicado de manera reciente en una revista científica, advierte de los peligros de abrir la ventana durante la noche, sobre todo si se vive en una ciudad. Aunque en principio parece una solución lógica frente al calor, los investigadores señalan que el verdadero problema no es la temperatura, sino el ruido constante del tráfico y otros sonidos urbanos.

Según sus resultados, la contaminación acústica no solo resulta molesta, sino que puede tener efectos negativos sobre la salud. "El problema no es sólo la falta de sueño profundo, sino el estado de alerta crónico que se genera al dormir en entornos ruidosos", explican los autores del estudio. Esta exposición repetida a estímulos sonoros nocturnos puede afectar al sistema inmunológico, aumentar la presión arterial y elevar el riesgo de sufrir enfermedades, según detallan.

Y es que el ruido persistente puede alterar los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés. Un exceso de la misma dificulta conciliar el sueño o lograr un descanso reparador, además, también puede afectar la salud mental y, con el tiempo, debilitar el sistema inmunológico, aumentando la vulnerabilidad a diversas enfermedades cardiovasculares o trastornos por ansiedad.

Remedios para dormir mejor

Pero la recomendación de no abrir las ventanas por la noche está especialmente dirigida a quienes viven en zonas con mucho ruido, dicen los expertos, como áreas urbanas donde el tráfico o los sonidos de la calle pueden dificultar el descanso. La advertencia no aplicaría del mismo modo en lugares tranquilos o en entornos rurales, donde el nivel de ruido es mucho menor.

Si queremos reducir el calor en casa sin dejar abiertas las ventanas por la noche, en verano, una de las opciones más comunes para sobrellevar el calor es utilizar un ventilador. Su uso está muy extendido porque proporciona una sensación de alivio de una forma sencilla y sin requerir una instalación compleja. Sin embargo, también debe moderarse su uso por las noches porque reseca las vías respiratorias.

Para ello, podemos recurrir a algunos trucos que no todo el mundo conoce. Podemos usar refrescar el dormitorio antes de ir a dormir utilizando el ventilador o el aire acondicionado para enfriar la habitación y luego apagarlo. Un truco útil para mejorar la sensación de frescor es colocar una bandeja con hielo justo delante del ventilador, lo que permite que el aire que circula sea más frío.

Si no se dispone de aire acondicionado, otras medidas pueden ayudar a dormir mejor sin necesidad de abrir las ventanas: impedir que el sol entre directamente durante el día, ventilar en las primeras horas de la mañana o cuando la temperatura baje un poco, y mantener las persianas o cortinas cerradas durante las horas más calurosas.

Otros consejos básicos son usar sábanas de algodón transpirables, mantenerse bien hidratado antes de dormir (sin excederse), evitar comidas pesadas o alcohol en la cena, y tomar una ducha templada antes de acostarse.