¿Cada cuánto tiempo se deben cambiar las sábanas? Acumulan hongos, polen y bacterias

Hay preguntas acerca de cuestiones del día a día que parecen eternas incógnitas sin resolver, ya que nunca parece que exista un consenso claro con ellas. El humorista Luis Piedrahíta llegó a hacer broma con esta cuestión y otras dudas satíricas con los títulos de alguno de sus libros, como '¿Cada cuánto tiempo hay que echar a lavar el pijama' o 'Un cacahuete flotando en una piscina... ¿sigue siendo un fruto seco?'. Él mismo se hacía conocer como 'el rey de las cosas pequeñas', pero entre broma y broma, nunca se asomó la verdad, y nunca dio una respuesta final a estas incógnitas.

Visto así, parecería que formasen parte del terreno de la metafísica o la filosofía, pero realmente son cuestión de salud e higiene en el hogar. Marie Kondo, la japonesa experta en organización personal, afirmó en una ocasión que "la limpieza es el acto de enfrentarse a sí mismo". Y, aunque tal vez demasiado intensa, tenía razón cuando lo dijo, porque gran parte de la suciedad que nos rodea la generamos nosotros mismos.

Mucosa, escamas de piel, sudor, grasa, pelos caídos, saliva... el cuerpo humano es una máquina de producir deshechos, y si no mantenemos la higiene adecuada acabaremos por contraer más fácilmente distintas enfermedades. Uno de los ambientes en el que se debería guardar más precaución es en la cama, ya que pasamos en torno a la tercera parte del día (ocho horas, con suerte) allí metidos sin movernos demasiado.

Hace poco se daba a conocer una noticia que se va repitiendo casi todos los años: uno de cada tres ciudadanos ingleses echa a lavar las sábanas tan solo una vez al año. Para un médico o un dermatólogo, este dato resulta más que alarmante, ya que es una horrible costumbre que puede hacernos padecer complicaciones de piel y de respiración con gran facilidad. Saber mantener una higiene en el ámbito personal es imprescindible para, meramente, sobrevivir mejor.

Entonces, ¿cada cuánto tiempo hay que echar a lavar las sábanas?

Recientemente, nos hacíamos eco en LA RAZÓN de las sorprendentes conclusiones a las que llegaba un estudio del Instituto de Investigación sobre Cáncer en Reino Unido. Según la institución británica, un síntoma común en los enfermos de cáncer, especialmente si es un linfoma, leucemia o cáncer de próstata, sufren fuertes cambios de regulación de la temperatura corporal. Esto puede conducir a que, cuando se levanten por la mañana, hayan dejado las sábanas empapadas de su sudor. Ante tal síntoma repetido en el tiempo, los expertos recomiendan acudir a un especialista para que valore el caso.

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Y es que hay personas que deberían cuidarse de lavar y cambiar las sábanas con más frecuencia que otras, ya que no todo el mundo es igual de sensible a ciertas sustancias o suciedades. La ropa de cama acaba por acumular rápidamente polvo, gérmenes, bacterias, sudor y piel muerta. Para los alérgicos a los ácaros o el los granos de polen, esto puede hacerles respirar peor durante la noche y afectarles a la salud.

Igualmente, las personas con bajas defensas, como los enfermos de cáncer, sida u otras condiciones que desbaraten la protección natural del cuerpo, la higiene personal, incluyendo la de las sábanas, debería ser una prioridad si no quieren tener complicaciones de salud recurrentemente. No por nada, en los hospitales y muchas residencias de ancianos, echan a lavar la ropa de cama todos los días sin excepción.

No son pocos los expertos que alertan recurrentemente de la importancia de mantener limpia la ropa de cama, especialmente en verano, cuando aumenta la sudoración y una humedad y suciedad acentuadas pueden provocar la aparición de enfermedades relacionadas con la presencia de hongos en la piel, como sarpullidos o dermatitis atópica.

Los expertos de Laboratorios Cinfa (@cinfasalud), por ejemplo, compartían un vídeo en su cuenta oficial de TikTok explicando cuál es la frecuencia recomendada por los profesionales de limpieza de las sábanas. Según ellos, lo preferible es echar la ropa de cama a lavar una vez por semana como mínimo, aunque en verano, sobre todo si se ha sudado mucho, se recomienda que sean dos.

Asimismo, si la persona que ha dormido en la cama está enferma o se acostó sin pijama, la frecuencia debería aumentar. Otro buen consejo que compartían es que las sábanas no se recomiendan lavar en frío, sino que lo ideal es utilizar el programa de la lavadora (o a mano) que centrifuga el agua a unos 60ºC, para eliminar bien todas las bacterias, hongos y otros patógenos.