Lo estás haciendo mal: no deberías lavarte los dientes después del desayuno

La higiene bucal es fundamental para mantener una buena salud dental y el momento en que nos cepillamos los dientes puede influir significativamente en la protección del esmalte y la prevención de la sensibilidad dental. Aunque tradicionalmente muchas personas optan por cepillarse después del desayuno, diversos estudios y expertos sugieren que hacerlo antes podría ser más beneficioso.​

Durante la noche, la producción de saliva disminuye, lo que facilita la acumulación de bacterias en la boca. Cepillarse los dientes al despertar elimina estas bacterias y recubre el esmalte dental con una capa protectora de flúor, preparándolo para enfrentarse a los ácidos y azúcares que se consumen durante el desayuno.

Por otro lado, ingerir alimentos y bebidas como zumos o café puede debilitar temporalmente el esmalte dental. Cepillarse inmediatamente después de consumir estos productos puede provocar que el ácido penetre más profundamente en el esmalte, aumentando el riesgo de erosión y sensibilidad dental. La American Dental Association recomienda esperar al menos 60 minutos después de comer para cepillarse, permitiendo que la saliva neutralice los ácidos y el esmalte se remineralice.

Reducción de la sensibilidad dental

La sensibilidad dental puede ser consecuencia del desgaste del esmalte. Cepillarse los dientes antes del desayuno ayuda a minimizar este riesgo al evitar la abrasión del esmalte debilitado por los ácidos alimentarios. Además, este hábito estimula la producción de saliva, que actúa como una defensa natural contra las bacterias y contribuye a la remineralización del esmalte.

Recomendaciones prácticas

Para quienes prefieren cepillarse después del desayuno, es aconsejable esperar entre 30 y 60 minutos antes de hacerlo. Este intervalo permite que la saliva neutralice los ácidos y el esmalte se fortalezca nuevamente. Mientras tanto, enjuagarse la boca con agua puede ayudar a eliminar residuos alimenticios y reducir la acidez.​