Salud

Del pan engorda a tomar fruta de postre es perjudicial, diez mitos sobre la alimentación que hay que desterrar

Numerosos alimentos son descartados de las dietas ante la creencia de que engordan, entre ellos la pasta, el pan y la sal.

Dieta mediterránea
La dieta mediterránea aporta numerosos beneficios al organismoDreamstime

Llevar una alimentación equilibrada es imprescindible para mantenerse sano. Sin embargo, en nuestro país, cuna de la dieta mediterránea, 7 de cada 10 españoles reconoce que no se alimenta bien, según Nutritienda.

La dieta mediterránea se caracteriza por el uso de diferentes tipos de grasa del aceite de oliva, de los pescados y de los frutos secos, así como de los cereales, las legumbres y vegetales que se utilizan para ensaladas o como base de guisos y guarnición.

Sin embargo, una dieta incorrecta puede derivar en numerosos problemas de salud, en especial los relacionados con enfermedades cardiovasculares. De hecho, en España cada año hay 44.000 muertes asociadas a los problemas de corazón que provoca una mala alimentación.

Según un estudio publicado en la revista científica Mayo Clinic Proceedings, las personas que se adhieren a un estilo de vida mediterráneo tienen un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa y por cáncer.

Dentro de esta dieta sana y equilibrada se incluyen algunos alimentos que en los últimos tiempos están siendo descartados en base a mitos y creencias sin ningún respaldo científico.

Estos son 10 de los mitos y creencias sobre la alimentación más extendidos:

1. Pan y pasta, que quedan fuera de muchos hogares por la creencia de que engordan. En realidad ninguno de estos alimentos provocan un aumento de peso por sí mismos, ya que su impacto a nivel corporal depende de factores como la cantidad consumida, los ingredientes utilizados y el estilo de vida propio del consumidor. En cualquier caso, optar por pan integral o de grano entero puede proporcionar beneficios nutricionales debido a su contenido de fibra, vitaminas y minerales, según los expertos de Nutritienda.

En este sentido, la pasta por si sola tampoco tampoco engorda. El problema es cuando a la pasta la acompañamos de mucho queso, carnes, bacon, salsas y otros ingredientes que aumentan el número de calorías del plato. En este caso también es recomendable elegir pasta integral y acompañarla de verduras, hortalizas.

2. Beber agua en las comidas. Consumir agua durante las comidas es saludable y no diluye significativamente los jugos gástricos necesarios para la digestión. De hecho, beber agua durante o después de comer ayuda a disolver los alimentos.

3. Las grasas vegetales frente a las animales. No todas las grasas vegetales son beneficiosas, como por ejemplo los aceites refinados. Por el contrario, algunas grasas animales, como las del pescado graso, contienen ácidos grasos omega-3 beneficiosos para la salud.

4. Fruta de postre. Que la fruta después de la comida engorda carece de fundamento científico. La fruta es una parte importante de una dieta equilibrada y puede ser consumida tanto antes, como durante o después de las comidas, ya que proporciona nutrientes esenciales y antioxidantes beneficiosos para la salud. Además, su contenido de agua y fibra puede ayudar a sentirnos saciados e incluso a controlar el apetito.

5. Zumo de limón en ayunas ayuda a quemar grasas. No hay evidencia científica que respalde esta afirmación. La pérdida de peso se logra consumiendo menos calorías de las que se queman. Tomar zumo de limón en ayunas puede tener beneficios para la hidratación y la vitamina C, pero no es una solución mágica para quemar grasas.

6. Comer con sal engorda. La sal en sí misma no contiene calorías, por lo que no puede contribuir directamente al aumento de peso. Sin embargo, su consumo excesivo puede llevar a la retención de líquidos y causar una hinchazón que se puede eliminar con una hidratación adecuada y reduciendo su consumo. En cualquier caso, es importante mantener un equilibrio adecuado de sodio en la dieta, ya que un consumo excesivo de sal puede tener efectos negativos en la salud cardiovascular.

7. Para adelgazar hay que eliminar los carbohidratos. Este es uno de los mitos más extendidos. Los carbohidratos son una fuente importante de energía para nuestro cuerpo y pueden formar parte de una dieta equilibrada. Lo que realmente importa es el tipo de carbohidrato que se consume. Optar por carbohidratos complejos como granos enteros, frutas y verduras, en lugar de carbohidratos refinados, como azúcares y harinas procesadas, contribuye a una alimentación saludable y a mantener un peso adecuado.

8. Los alimentos orgánicos son más sanos. Aunque este tipo de alimentos se cultivan sin el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos, esto no significa necesariamente que sean más nutritivos. La elección entre alimentos orgánicos y convencionales debe basarse en las preferencias personales y en el acceso a estos productos.

9. Los productos light son más saludables. Aunque este tipo de productos tienen menos grasa o azúcares, pueden contener aditivos y sustitutos artificiales para mejorar su sabor y textura.

10. La fruta madura engorda más. Con el paso del tiempo (en la maduración) la fruta cambia de composición, tanto física como química y organoléptica (sabor, textura y olor). Los almidones de la fruta se descomponen en azúcares más simples, como la fructosa, y se acumula más agua por la transformación de las pectinas, por ello la fruta madura es más dulce y pesa más. Además, los ácidos van disminuyendo, modificando el sabor agrio y la astringencia por un sabor más suave que se intensifica con el sabor dulce tan característico de las frutas más maduras, según informan los expertos de Nutritienda.

Sin embargo, las calorías que aporta la fruta son las mismas, fundamentalmente por que los azúcares que se transforman en las frutas maduras van a aportar las mismas calorías que los almidones de las frutas no maduras, ya que al tratarse ambos de carbohidratos igualmente aportan 4kcal el gramo.

Lo que si es cierto es que las frutas maduras son más fáciles de digerir, aumentando más rápidamente los azúcares en sangre que las frutas poco maduras. Por último, el aporte de fibra en ambos tipos de fruta no va a variar.