Alimentación

Tres alimentos que se vuelven tóxicos si se guardan en la nevera

Algunos microrganismo crecen más fácilmente con la humedad y el frío

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NeveraJesús G. Feria

El frío es uno nuestros principales aliados para conservar los alimentos. Estos se alteran, principalmente, por la acción de las bacterias, que son muy activas a temperatura ambiente. A partir de los 5 grados, y hasta los 65, la mayoría de los microorganismos potencialmente patógenos crecen muy rápido y se multiplican en muy poco tiempo.

El frío no destruye los microorganismos, pero sí hace más lento o detiene su desarrollo.

Por este motivo, guardar los alimentos en la nevera es una forma segura de conservarlos. Sin embargo, hay comidas que se recomienda no almacenarlas de esta manera porque pierden sabor y otros que con el frío y la humedad del frigorífico pueden pasar a ser tóxicos para los humanos. Y es que hay algunos microrganismo que crecen más fácilmente con la humedad, como los mohos, y desarrollarse en la nevera y afectar a los alimentos.

Alimentos tóxicos

Uno de estos alimentos que se vuelve tóxico en la nevera es la patata. A este tubérculo le afecta mucho el frío y se vuelve harinosa porque se produce una modificación de su composición química. Así sus almidones se transforman en azúcares y cambia la textura. Si estas patatas que se conservan en frío y luego se cocinan a altas temperaturas, como al freírlas, los azúcares provocan que se formen compuestos tóxicos para los humanos.

La cebolla tampoco debe guardarse en el refrigerador. El exceso de humedad en esta verdura proporciona el ambiente perfecto para que se desarrollen esporas de hongos. Estas micotoxinas son dañinas para la salud y pueden provocar problemas gastrointestinales si se ingieren.

Tanto las patatas como las cebollas deben conservarse en un lugar fresco, seco y alejado de la luz, como una alacena, y nunca juntas.

Las patatas y las cebollas no deben guardarse juntas porque producen gas etileno, lo que provoque que maduren a mayor velocidad y se estropeen antes.

Los ajos también es uno de los alimentos que deben mantenerse alejados del frío del refrigerador. Su contacto con las bajas temperaturas y la humedad también puede provocar el desarrollo de moho además de alterar su textura y sabor. Los ajos conservados en la se vuelven gomosos y amargos, y si desarrollan hongos pueden ser peligrosos.

Para evitar estos problemas, lo mejor es conservarlos en un recipiente lejos de la luz y seco

Alimentos que pierden el sabor por guardarse en la nevera

Entre los alimentos que no deben almacenarse en este electrodomésticos porque puede cambiar su sabor o textura se encuentra el chocolate. Introducirlo en la nevera provoca que cambie su sabor, por lo que es mejor guardarlo en una despensa a temperatura ambiente y alejado de la luz.

El jamón serrano, tampoco debe meterse en la nevera. Esto se debe a que el frío altera su sabor por lo que es mejor tener las lonchas con un papel film fuera si no hace excesivo calor.

Entre las verduras que es mejor conservar a temperatura ambiente se encuentran los tomates porque pierden aroma y sabor mientras que los plátanos es aconsejable tenerlos fuera con un papel de aluminio en la punta para que no se estropeen.

La miel suele meterse en la nevera, aunque no es aconsejable. Así, la despensa es el mejor lugar para evitar que se pierdan muchas de sus propiedades.

En cuento a los quesos, hay algunas variedades que deben conservarse en frío, como los frescos. Sin embargo, los quesos curados pueden mantenerse en un lugar fresco y seco dentro de una quesera, ya que introducir en el refrigerador puede provocar que se resequen y pierdan sabor.

El pan tampoco debe guardarse en la nevera porque se estropea más rápido. Para conservarlo tenemos que tenerlo en un lugar fresco y seco o en el congelador.