Cargando...

Cáncer de próstata

“El cáncer de próstata no avisa”: el urólogo Javier Hernández desmonta tabúes en Movember y llama a la prevención masculina

El doctor del Hospital IMED Colón recuerda que la primera visita debe ser a los 45 años o cinco años antes si hay antecedentes familiares

“El cáncer de próstata no avisa”: el urólogo Javier Hernández desmonta tabúes en Movember y llama a la prevención masculina LA RAZÓN

En el mes de Movember, dedicado a visibilizar la salud masculina, el urólogo y uro-oncólogo Dr. Javier Hernández Falcón, del Hospital IMED Colón, explica con detalle cómo se debe abordar la prevención del cáncer de próstata y reivindicar un enfoque empático y tecnológico para el cuidado del hombre.

El cáncer de próstata no te da síntomas. No avisa en la etapa temprana”, subraya el especialista, con más de 20 años de experiencia. “Si lo diagnosticas a tiempo, lo curas más del 95% de las veces”.

Movember: un movimiento para derribar tabúes

El doctor recuerda el origen de Movember, nacido en Australia en 2003 cuando un grupo de amigos quiso concienciar sobre el cáncer de próstata tras el diagnóstico de uno de ellos. “Dejarse bigote era una excusa para iniciar la conversación”, explica. “Desde entonces el movimiento trabaja por la salud masculina, la prevención del cáncer de próstata y testículo y la salud mental”.

Aunque sigue existiendo cierto reparo a acudir al urólogo, Hernández observa un cambio: “Cada vez más hombres jóvenes vienen a consulta diciendo: ‘estoy bien, pero quiero chequearme’. Eso antes era impensable”.

¿Cuándo deben empezar las revisiones?

El especialista es claro: los hombres sin antecedentes deben hacer la primera visita a los 45 años, pero con antecedentes familiares de primer grado, a partir de los 40.

Hay que comenzar tu primera entrevista con el urólogo para hacer un chequeo de salud”, señala. “Y hay que decirlo: yo también he pasado por el urólogo; hay que dar ejemplo”.

El tabú del tacto rectal: “Una vez lo hacen, dicen: ¿esto era?”

El doctor insiste en que la consulta debe ser un espacio seguro: “Lo que se habla en la consulta no sale de esas cuatro paredes”, recalca.

Sobre el examen físico, que aún genera reticencias en muchos hombres, normaliza el procedimiento: “Muchos pacientes, después de hacerlo, dicen: ‘¿esto era? Este era el gran tabú que me hacía no venir’”.

Además, recuerda: “No es solo un PSA en una analítica. El tacto prostático completa el cribado y sigue siendo imprescindible”.

Síntomas urinarios: lo que preocupa no siempre es cáncer

Hernández insiste en que el cáncer de próstata no provoca síntomas en su fase curable. “Cuando llegan síntomas, la enfermedad suele estar más avanzada”.

Sin embargo, sí enumera señales que deben motivar una visita al especialista:

  • Levantarse varias veces por la noche a orinar
  • Chorro débil o interrumpido
  • Sensación de vaciado incompleto
  • Dolor en la pelvis o durante el eyaculado.

Aunque la mayoría de estos casos se deben a patologías benignas, requieren valoración.

Miedo a los efectos del tratamiento: “Hay solución para todo”

Uno de los grandes miedos masculinos es la posibilidad de incontinencia o disfunción eréctil tras una intervención.

Hernández contextualiza: “Primero curamos el cáncer. Después recuperamos la continencia y, por último, la función sexual. Y para todo hay tratamiento”.

Actualmente IMED dispone de todas las técnicas quirúrgicas —cirugía abierta, laparoscópica y robótica—, lo que permite individualizar cada caso. “El hospital IMED tiene todas las tecnologías y eso te da mucha tranquilidad”, recalca. “No estoy limitado; puedo ofrecer lo que de verdad necesita cada paciente”.

¿Todos los cánceres se operan?

El especialista destaca una idea poco conocida: “No todos los cánceres de próstata deben ser operados”.

Los tumores de muy bajo riesgo pueden seguir un protocolo de vigilancia activa con controles estrictos: “Permitimos que el paciente tenga años de calidad de vida sin un tratamiento radical. Si en algún momento cambia, lo tratamos y lo curamos”.

Tecnología, humanidad y un mensaje claro: “No esperes a tener síntomas”

El Dr. Hernández pone en valor el trato en IMED: “La empatía del equipo, la enfermería, el ambiente del hospital… todo eso baja la ansiedad del paciente”.

Y lanza un mensaje directo: “Ir al urólogo no tiene por qué ser traumático. La inmensa mayoría de los pacientes salen aliviados porque se han chequeado y están bien”.

Más allá de la próstata: salud sexual, ETS y cáncer testicular

El urólogo aprovecha para recordar otros aspectos de la salud masculina:

  • ETS: “En Valencia, en verano, se multiplican. Usar preservativo es básico”.
  • Autoexploración testicular: “Una vez al mes, en la ducha. Si notas un bulto nuevo, acude al urólogo”.
  • Autoestima masculina: “El cáncer, solo al oírlo, baja la seguridad del paciente. Por eso la información y el acompañamiento son clave”.

Urología femenina, menos conocida pero igual de importante

El Dr. Javier Hernández insiste además la urología femenina, que sigue siendo una gran desconocida, pese a su importancia en la salud de la mujer. “Somos pocos los urólogos que nos dedicamos de forma específica a esta subespecialidad. La pelvis femenina es mucho más compleja que la masculina, y el trauma acumulado por los embarazos y los partos puede dar lugar, con el tiempo, a diversas patologías”, explica.

El especialista lamenta que muchas mujeres hayan asumido como “normales” situaciones como los prolapsos, las pérdidas de orina u otros síntomas que afectan a su calidad de vida. “Todo tiene solución. Es fundamental divulgar que las mujeres también pueden —y deben— acudir al urólogo para tratar estos problemas y recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados”, subraya.