Salud

La detección precoz salva vidas en cáncer de próstata

El PSA y las técnicas de imagen detectan tumores en fase inicial con gran pronóstico

Los doctores Juan Ignacio Martínez-Salamanca y Antonio Allona
Los doctores Juan Ignacio Martínez-Salamanca y Antonio AllonaARCHIVOLA RAZÓN

El cáncer de próstata es un tumor maligno que se desarrolla en la glándula prostática, ubicada debajo de la vejiga. Se debe a un crecimiento anormal de células que, en muchos casos, avanza lentamente, lo que permite un diagnóstico precoz y eficaz. La forma más común es el adenocarcinoma, que nace en las células encargadas de producir el líquido prostático.

Con la edad, es habitual que la próstata aumente de tamaño. Este agrandamiento benigno (hiperplasia benigna de próstata o HBP) no es cáncer, pero puede confundirse por sus síntomas. Por eso, ante cualquier molestia, consultar al urólogo resulta esencial.

Los doctores Antonio Allona y Juan Ignacio Martínez-Salamanca (jefe del Servicio de Urología y jefe asociado del equipo de Urología, respectivamente, del Hospital Ruber Internacional) hacen un llamamiento a la concienciación preventiva, ya que gracias al diagnóstico precoz es posible lograr un pronóstico muy favorable.

Diagnóstico temprano

«El cáncer de próstata es curable si se detecta a tiempo», afirma el doctor Juan Ignacio Martínez-Salamanca. Gracias al envejecimiento poblacional y a una mayor concienciación, la incidencia ha aumentado, pero también los diagnósticos precoces. «El uso del PSA y las nuevas técnicas de imagen permiten detectar tumores en fases iniciales, cuando los tratamientos son menos invasivos y más eficaces», añade el doctor Martínez-Salamanca.

Los urólogos del Hospital Ruber Internacional recomiendan controles a partir de los 50 años, o desde los 45 si hay antecedentes familiares. En casos con mutaciones genéticas como el BRCA2, las revisiones deben iniciarse incluso antes, a los 40 años.

En este sentido, el doctor Antonio Allona recuerda que los principales factores de riesgo son la edad, antecedentes familiares, mutaciones genéticas y el origen étnico, más frecuentes en varones afrodescendientes.

«La resonancia magnética multiparamétrica, previa a la biopsia, mejora la precisión y reduce procedimientos innecesarios», afirma el doctor Martínez-Salamanca, quien hace hincapié en que «la biopsia ha evolucionado mucho: ahora utilizamos fusión de imágenes, entre resonancia y ecografía en tiempo real, con vía transperineal, siendo más segura y con menos infecciones».

Tratamientos personalizados

La cirugía robótica es otro hito: mayor precisión, menor sangrado, mejor recuperación y mayor preservación de funciones. Pero, como insiste el doctor Allona, «la experiencia del cirujano sigue siendo fundamental».

«También se desarrollan terapias focales como HIFU, crioterapia o IRE, y tratamientos hormonales de nueva generación, inmunoterapia y terapias dirigidas, en función del perfil genómico del paciente. Para casos de bajo riesgo, se propone vigilancia activa, siempre con seguimiento riguroso», subraya el doctor Martínez-Salamanca.

Cuidar el cuerpo… y la mente

La preocupación por la vida sexual y urinaria es común. Los avances técnicos han mejorado mucho este aspecto, priorizando la preservación de estructuras clave y ofreciendo rehabilitación funcional cuando se requiere, tal y como asegura el doctor Allona. Además, el acompañamiento emocional también es esencial. «Desde el diagnóstico, debe existir apoyo psicológico y un enfoque integral del bienestar», añaden desde el Hospital Ruber Internacional.

«Muchos hombres aún no están bien informados. Persisten los tabúes. A veces es el miedo, otras el pudor o la falta de conciencia lo que retrasa la visita al urólogo», señala el doctor Martínez-Salamanca. Por eso, el mensaje del Ruber Internacional es que «la prevención puede salvar vidas. Ir al urólogo es un acto de responsabilidad. Tenemos herramientas eficaces para el diagnóstico y el tratamiento, sin perder calidad de vida. Revísate, infórmate y cuídate», aconsejan.