Innovación farmacológica

Disponible el primer tratamiento subcutáneo para el párkinson avanzado que permite ajustar la dosis durante todo el día

Sanidad financia el primer medicamento para perfusión basado en la levodopa continua con la que el paciente puede personalizar la dosis

Felipe Pastrana, junto a la doctora Rocío García-Ramos y el Dr. Álvaro Sánchez-Ferro
Felipe Pastrana, junto a la doctora Rocío García-Ramos y el Dr. Álvaro Sánchez-FerroBelén Tobalina

Al menos 150.000 personas tienen párkinson en España. De ellas, más del 38% presenta la enfermedad en estado avanzado. Se trata de la segunda patología neurodegenerativa más frecuente después del alzhéimer y la previsión es que el número de afectados se triplique para 2050 por el aumento de la esperanza de vida y debido, entre otros factores, a los avances terapéuticos, así como al incremento a la exposición a tóxicos. El último, y precisamente para pacientes con la enfermedad en estado avanzado, lo anunció esta semana AbbVie.

Se trata de Duodopa: el primer tratamiento subcutáneo de perfusión basado en levodopa continuo durante 24 horas, que es, a su vez, la única opción de tratamiento con estas características que permite personalizar y ajustar la dosis del medicamento a los pacientes.

Financiado por el Ministerio de Sanidad, está indicado para aquellos afectados con fluctuaciones motoras graves e hipercinesia (movimientos involuntarios, erráticos y de retorcimiento) cuando las combinaciones de medicamentos disponibles no han proporcionado resultados satisfactorios.

La innovación al ofrecer soluciones terapéuticas resulta crucial en la calidad de vida del paciente y sus familiares. Y poder contar con un tratamiento que brinda la posibilidad de una administración continua y mínimamente invasiva de levodopa, una sustancia química que entra en el cerebro y se convierte en dopamina, es trascendente para los afectados.

Además, como explicó la Dra. Rocío García-Ramos, neuróloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, «en esta enfermedad hay una muerte neuronal que hace que la dopamina se vaya perdiendo, causando que el paciente se vuelva lento, la lentitud motora (marcha, manos, gestos) y en muchas ocasiones acompañado de temblor de pulso». A estos síntomas motores hay que añadir la rigidez muscular o los problemas de equilibrio.

Respecto a los no motores, están los problemas del sueño, que tienen una prevalencia de entre el 42% y el 98% entre los pacientes, así como depresión, ansiedad, fatiga, etc.

«Con frecuencia se habla de los síntomas de la enfermedad en términos de tiempo de “on” y “off”. El tiempo “on” se produce cuando se controlan los síntomas y el “off” es cuando los síntomas regresan entre las dosis del fármaco», precisó. De ahí la importancia de este tratamiento subcutáneo de perfusión.

Los síntomas de la enfermedad avanzada también pueden incluir dificultad para tragar o caídas recurrentes. De hecho, «a medida que la patología progresa, la gravedad de los síntomas aumenta y los pacientes tienden a experimentar una menor capacidad para hacer las actividades diarias», incidió.

Por eso mejorar su calidad de vida es esencial. Y la aprobación de este tratamiento fue respaldada por el estudio en fase III «M15-741», de un año de duración que evaluó la seguridad, la tolerabilidad y la eficacia del tratamiento en pacientes cuyos síntomas motores no se controlaban adecuadamente con medicamentos orales.

Los resultados mostraron mejoras en la semana 52 en el tiempo de «on» sin discinesia discapacitante de 3,3 horas y mejoras en el tiempo de «off». Además, los eventos adversos fueron en su mayoría no graves y de gravedad leve o moderada. Los más comunes, aquellos eventos en el lugar de perfusión: eritema, nódulo, celulitis, edema, dolor y reacción.

Durante la presentación también se destacó el desarrollo del estudio pivotal en fase II, «M15-736», de doble-ciego en el que se compara Duodopa con levodopa/carbidopa oral en pacientes con parkinson avanzado. Los resultados mostraron que los pacientes que recibieron la perfusión subcutánea continua de 24 horas tuvieron mejoras significativas en el tiempo en “on” sin discinesias discapacitantes en comparación con el otro tratamiento.

«Ambos estudios han demostrado mejoras de casi cuatro horas del tiempo de “on” y de “off”», aseguró el Dr. Álvaro Sánchez-Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología.

«En cuanto a la percepción del paciente se ven una mejoría muy significativa en su calidad de vida, levantarse mejor y mejoría en la movilidad», destacó el doctor.

«En AbbVie estamos comprometidos con las personas que conviven con enfermedades neurológicas graves, como la enfermedad de Parkinson, la cual afecta a más de seis millones de personas en todo el mundo. Asimismo, debemos tener en mente que el alcance de la enfermedad se extiende más allá de los síntomas, afectando a la calidad de vida de los pacientes, pero también a la de su círculo más cercano y de sus cuidadores», afirmó Felipe Pastrana, director general de AbbVie España.

Y este fármaco, para el Dr. Sánchez-Ferro, es «un avance significativo para el abordaje de la enfermedad, ya que ofrece una nueva opción de tratamiento a aquellos pacientes que a menudo experimentan desafíos a medida que avanza su enfermedad y, además, es la primera vez que un fármaco basado en levopoda se administra de forma subcutánea con un pinchazo en la tripa». En concreto, «hay que ponerlo cada dos o tres días, pero lo bueno es que el paciente no tiene que pincharse todo el rato ni estar tomando pastillas cada dos o tres horas. Viene bien un apoyo familiar para ayudar».

«El pinchazo lo recomendamos poner empezando una vez al día y luego, según la respuesta de la piel, alargándolo hasta tres días», añadió la doctora García-Ramos.