Entrevista
«Dormir más horas o ayunar desencadena las crisis de migraña»
"Tras el diagnóstico, hay que recomendar a los pacientes que caminen al menos una hora al día", incide el Dr. David Ezpeleta Echávarri, neurólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología.
1. ¿Qué es la migraña? ¿En qué se diferencia de otras cefaleas?
Es una cefalea primaria, es decir, sin una causa tangible. Afecta especialmente a la población joven, es más frecuente en mujeres y produce episodios de intenso dolor de cabeza acompañado de otros síntomas (aura previa, náuseas, vómitos, intolerancia a la luz, los sonidos o el movimiento) que puede discapacitar a quien la sufre; no en vano, es una de las enfermedades que más años vividos con discapacidad produce. Su principal característica es que se manifiesta en forma de crisis de dolor de cabeza que puede durar horas o días. Dichas crisis pueden aparecer de forma muy esporádica (alguna crisis al año), frecuente (algunas crisis al mes) o muy frecuente (muchas crisis al mes, condicionado que el paciente tenga más días con migraña que sin ella).
2. ¿Cómo diferenciar la migraña de la cefalea por un ictus?
La migraña se caracteriza por la repetición de las crisis en el tiempo. En general, es de comienzo gradual. En aproximadamente un 25% de los casos se precede de alteraciones visuales, hormigueos en la cara o las extremidades o dificultad para hablar cuyo comienzo acostumbra a ser gradual, de menos a más en minutos para desaparecer justo antes del comienzo del dolor de cabeza. Por el contrario, los ictus se manifiestan de forma súbita y, según la localización y el tipo, pueden asociar cefalea o no. Este diagnóstico diferencial debe contemplarse en la primera o primeras crisis de migraña. En estos casos, está más que justificado solicitar ayuda médica para un exploración neurológica e indicar las pruebas complementarias oportunas en cada caso.
3. ¿Qué porcentaje de la población española tiene migraña?
Se estima que la prevalencia de la migraña es del 12-13% de la población (17% de las mujeres y 8% de los hombres). En mujeres, en torno a los 40 años, esta prevalencia alcanza el 25%. Hay diferencias geográficas, desde un 7,6 % de la población en Navarra hasta un 18% en Canarias. También se han observado amplias diferencias entre países. Se asume que estas diferencias se deben a factores geográficos y ambientales, de estilo de vida, etc.
4. ¿Aumenta su prevalencia?
No hay estudios que atestigüen que la migraña esté aumentando su prevalencia. Sin embargo, dada la mayor concienciación, el número de personas que son diagnosticadas está aumentando.
5. ¿Qué provoca una migraña?
La migraña es una de las enfermedades biológicamente más complejas de explicar. Tiene un alto componente genético. De forma espontánea o por factores desencadenantes (menstruación, aumento de las horas de sueño, relajación que sigue al estrés, etc.), se activan las fibras trigeminales (las que en condiciones normales se encargan de vehicular la sensibilidad y el dolor de la cara y gran parte de la cabeza) y se liberan sustancias vasoactivas e inflamatorias alrededor de los vasos de la piamadre (la capa más interna de las meninges), sensibles al dolor. En paralelo, se producen alteraciones en la corteza cerebral y otras áreas del cerebro que explican otros síntomas (aura), el mantenimiento del dolor y los síntomas acompañantes durante horas, cuando la crisis de migraña termina. Es como si se activase un programa con un principio y un final predeterminado. Lo que hacemos con los fármacos sintomáticos es acortar la duración del programa y, con los fármacos preventivos, dificultar que el programa se active.
6. ¿Una afección en otro órgano puede provocar una migraña?
Hubo una época en la que a muchos pacientes se les extirpaba la vesícula biliar pensando que era el origen de la enfermedad, pero la migraña es un proceso de origen neurológico. Lo que sí puede suceder es que enfermedades en otros órganos causen situaciones que empeoren una migraña, como aumento de peso, ansiedad, insomnio, etc. En general, la dirección es al revés. Quien tiene migraña tiene más probabilidad de sufrir comorbilidades como insomnio, depresión, ansiedad, úlcera gástrica y problemas circulatorios, etc.
7. ¿Se puede prevenir? ¿Cómo?
Lo primero que hay que hacer es diagnosticar correctamente la migraña. Lo segundo y más importante, enfocarse en la persona que la sufre y su entorno escolar, familiar, laboral y social. Con frecuencia, la migraña se agrava por problemas en esos ámbitos que es preciso conocer. Hecho esto, deben considerares estrategias preventivas no farmacológicas, como ritmos regulares de comidas y de sueño, pues los ayunos o dormir más horas de lo habitual (fines de semana) son factores desencadenantes frecuentes de las crisis. Si el paciente no realiza ejercicio, hay que recomendarle que al menos camine una hora al día, práctica que ha demostrado reducir la frecuencia de las crisis. Sin embargo, los pacientes que llegan a nuestras consultas suelen padecer cuadros de migraña que se repiten varias veces al mes, y en la mayoría de estos casos es preciso echar mano de tratamientos farmacológicos.
8. ¿Por qué no se logra un tratamiento que funcione?
Al contrario, disponemos de numerosos tratamientos eficaces y es posible hacer un traje a medida para cada caso. La mayoría de los pacientes que consultan y son correctamente diagnosticados obtienen beneficio. Es más, muchos pacientes refractarios a los fármacos preventivos clásicos responden a la infiltración pericraneal con toxina botulínica, a los anticuerpos monoclonales contra CGRP o su receptor, a los fármacos orales contra esta diana y a otras opciones terapéuticas. Además, el tratamiento de procesos comórbidos, como ansiedad, depresión o trastornos del sueño puede ser clave y nunca debe olvidarse.
9. ¿Cuáles son los tratamientos más eficientes?
La eficiencia es una cuestión de coste y resultados en salud. Teniendo en cuenta que, según la Sociedad Española de Neurología, el coste de la migraña por paciente/año se mueve desde los 5.000 € en la migraña episódica y hasta los 13.000 € en la denominada migraña crónica (15 o más días de cefalea al mes), el conjunto de los esfuerzos terapéuticos es eficiente. A cada paciente hay que ofrecerle lo mejor en cada caso.
10. En casos graves se da toxina botulínica a los pacientes. ¿Es la solución? ¿Y durante cuántos años se pueden dar estas inyecciones sin efectos secundarios o darse estas inyecciones y que les sigan funcionando?
La toxina botulínica se usa desde hace muchos años en aquellos pacientes con migraña crónica y de alta frecuencia con buenos resultados. No es ninguna solución, sino una de las muchas opciones terapéuticas que actualmente disponemos. Hay estudios a largo plazo (dos o más años) que demuestran que los efectos adversos, poco frecuentes de por sí, disminuyen con el tiempo.
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