Descanso
Elena Monje, farmacéutica, sobre los gestos involuntarios que realizamos al dormir: "Tiene su explicación científica"
Lo que para algunas personas podría ser un momento placentero y de paz, para otras puede llegar a convertirse en todo un despliegue de movimientos
Dormir bien no es igual de sencillo para todo el mundo. Mientras algunas personas se quedan dormidas en cuestión de minutos, otras necesitan una serie de condiciones específicas para lograr conciliar el sueño: oscuridad total, absoluto silencio, una almohada concreta o incluso un tipo de pijama determinado. Las rutinas y manías para alcanzar un descanso reparador son tan personales como variadas, pero algunos de estos hábitos aparentemente curiosos tienen detrás una razón fisiológica.
Gestos como sacar una pierna fuera de la sábana o darle la vuelta a la almohada pueden parecer simples costumbres, pero, según la farmacéutica Elena Monje, tienen una base científica. La profesional, conocida por divulgar contenidos relacionados con la salud en su cuenta de TikTok (@infarmarte), explicó en un vídeo que supera los 2,9 millones de visualizaciones por qué nuestro cuerpo busca estas pequeñas acciones durante el sueño.
Nuestro cuerpo lo tiene todo pensado
"¿Eres de los que necesitas sacar la pierna de la sábana o darle la vuelta a la almohada mientras duermes? Pues aunque no lo parezca, tienes razón porque tiene su explicación científica", señala Monje en su publicación. La clave, según explica, está en la necesidad de que el cuerpo reduzca su temperatura interna para poder entrar en las fases profundas del sueño. "Normalmente desciende medio grado y ese pequeño cambio es clave para que el cerebro entre en fase de sueño profundo", apunta.
Este descenso térmico se consigue gracias a la redistribución del flujo sanguíneo: "Se envía más sangre a la piel y extremidades haciendo que se libere calor al ambiente", sostiene la farmacéutica. De ahí que muchas personas, incluso sin darse cuenta, saquen una pierna o un brazo fuera de las mantas, o busquen una superficie más fresca como la parte trasera de la almohada.
"De hecho, si esta bajada de temperatura no ocurre, vas a tardar más en dormirte y el descanso se va a ver afectado", advierte Monje. Como ella misma concluye, "está demostrado que esto da lugar a menos sueño profundo y a más despertares nocturnos".